viernes, 25 de abril de 2008

Te deslizas siempre y de alguna manera...

No han sido éstos, días de cotidianos trazos lanzados al viento...

Tal vez por haberme escrito en las postrimerías de tu mirada

o pintar tu cuello con mis matices.., o simplemente,

por contener tú las acequias por donde fluye mi alma

llevándote.., en tu dulzura y tu mirada, hasta mi prosa sagrada.

Te deslizas siempre y de alguna manera

por debajo de las noveles sombras que me sorprenden,

y que así como sucede a la hora de despuntar el alba,

aparecen siempre junto a la nueva luz que asoma…

Tú esa luz…Mis desaciertos y culpas, esas sombras.

Sobre los blancos de tu superficie me desdibujo,

me hago rocío en pradera nueva, y me evaporan tus ojos,

al ritmo del fuego de la serpiente eterna que me abraza,

me engulle y puebla, con tus labios haciendo de madriguera.

Y resuena tu nombre… Mí nombre.., Aguabel, dentro de mis fronteras.

Al ritmo de tus palabras que hilvanan en madreperlas

arrullos de transparencias para el remanso de mi alma,

anda mi mente suelta; atrapando jardines, atrapando filigranas,

bordando la cobija que derrotará por siempre el glaciar de mis estancias.

Tus bordes mis fronteras… Y éstas, tus estancias.

Te robas la prosa. La masticas, la haces hembra,

y la vuelcas luego tallada en madreselvas,

que adornan sonrisas de niña, miradas de ángel,

pastizal de mis andares, envidia de los azahares.

Toda tú…Una sola fragancia.., mis trazos en tu mirada.

Y se hace rosa el carmín, con la blancura de tu savia,

que hace al dulce de la flor más amarga, más extensa,

refleja luces del carbón más recio, sacude el alba,

me entibia el sueño, me derrama a miel.

Y sólo quedo.., Ante ti.., vulnerable a tu deseo.

Te he visto llegar desde la sombra de un reloj que acusaba,

sobre fachada mora e interior de tiendas, bares y tapas;

un tiempo guardado en el devenir errante que juraba,

soles, lunas, azules o naranjas.., y agua… Dulce y tibia agua.

Toda en mi…En nosotros.., una transparencia inmaculada.

No han sido éstos, días de cotidianos trazos lanzados al viento...

Lo han sido, de pasos.., firmes y hasta temblorosos pasos.

De niño pasos, de ciego pasos, de adolescente pasos…

De semillas pasos, de brotes pasos, de felinos pasos…

De agua pasos.., que en la transparencia, dejan ver,

nuestros pies cansados, nuestra piel curtida.., y nuestro amor intacto…

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