lunes, 22 de febrero de 2016

Unidad compañera...

Para hablar de ruiseñores , delicadas gotas y
filigranas de rocío que se desprenden hacia los verdes,
que van rodando sobre tu vientre arando caricias,
cuando los surcan mis ojos al extasiarse contigo
y encuentran así, su razón de ser en ésta vida…
para hablar de utopías con corcheas,
no habría necesitado amarte, compañera.
Ni tu ni yo somos quimera,
ni adorno de primavera,
no guirnalda y metáfora siquiera.
Que tú hueles como yo respiro
y huelo yo como tú sueñas.
Que somos dos, compañera,
tan válidos, tan iguales,
tan bellos y tan mortales.
Tú mi yo compañera,
y yo, tu amor compañero
de tan tú como conmigo.
No más fuerte ni altivo,
no más bella ni vulnerable,
no más duro ni implacable,
no más inteligente ni admirable…
Yo tan padre tu tan madre
tan el uno como el otro
tan sin el uno que sin el otro.
Ni tu ni yo solos
seremos alguien
en cualquier parte,
sin el uno con el otro,
sin yo contigo
sin tu conmigo,
compañera…
Solo nos derrotan las madrigueras
cuando nos hacen distintos compañera.
Cuando quieren lunas sin estrellas,
soles sin azules o mares si mareas…
¿Cómo pensarme sin ti compañera?
Ven aquí junto,
que sin ti no soy nada,
que sin ti no soy nadie,
que sin ti no somos,
que sin mi no hay nosotros
y la nada nos devora a ciegas.
Hoy que asechan las madrigueras
tu y yo compañera somos
el terror de las sanguijuelas,
el pánico de las bestias,
la maza de la cantera,
la luz de las cegueras.
Tu y yo,
el amor compañera…
la lucha compañera
la vida compañera.
De carne y uña compañera
la batalla que nos espera.
Tú y yo compañera
dos metrallas,
dos huracanes,
dos murallas
dos mares,
dos cigarras
dos manantiales.
Yo contigo
tu conmigo,
tú y yo
somos Dios
y no dos.
Somos juntos,
seres iguales,
amor y mares
compañera…