miércoles, 11 de enero de 2012

es siempre todavía...

El tiempo,
quedó atascado entre una pequeña piedra de asfalto
y un espacio desconocido que habité unos segundos,
que me dejó allí de alguna forma o manera.
La imagen,
la que de mi llevaba
quedó atrapada en el cromado de algún neumático
de algún automóvil que rozándome pasaba.
Quien aún no comprendo...regresó.
De cual campiña o agujero negro
tomo la luz hacia aquel sendero que tanto agobia,
que no colma al pleno el sentir más inmenso.
La carcasa de calcio aún resuena tras el estruendo
de la chapa y el freno que dio distancia a mis nuevos días.
No siguen las palabras aquellas que en asfalto quedaran
como hojarasca al viento de un otoño que fin fuera.
Letras nuevas de un viejo atavío portan la celulosa ésta,
que tiende a ser más mordaz, menos ingenua,
y hasta tal vez, más cierta.
Que mas diera si fuera aquel el último instante
a quienes no portan estas letras...
y que si no se entendieran, que más diera...
¿Qué más si más no hay?
Tan solo el ésto hay
que después de la coma
quien sabe si algo escrito
alguna vez habría,