Llegar a ser

Me han instalado
en un soporte finito
que tiende a des materializarse...
Hacia la esencia misma
de mi pensamiento;
abstracto, carente de materia,
etéreo, involumétrico,
se dirige...
Algún día, tal vez,
sea una entidad coherente,
totalmente incorpórea.
Que totalmente tangible,
me haría hoy
simple materia...

En el dintel

Sobre cuál dintel
de qué lugar o fachada
o alta construcción
apoya en éste día
mi paso...su estancia.
Desde una altura
casi siempre de abismo
se estanca.
Articula la visión
hacia los lados,
que ya ni lados,
por espacial permanencia...
que ni abajo ni arriba lleva
como la lógica de ésta tregua.
En estas detenciones,
de cada
trescientos sesenta y cinco días,
peregrinan los recuerdos
a la más lejana distancia...
mucho más allá
de lo que creemos real,
cierto... y
descomponen la abstinencia
al retroceso
y recomponen
la realidad que nos conforma,
la historia que nos pinta,
los viejos aromas que nos construyen,
que nos dan color
y el día aquel
en que se hizo
al siguiente...
distinto.

A noche...

Acontece tan solo la poesía
cuando se harta la noche
de hablarme de infinitos...
cuando se apoya en mi,
todo el peso de sus estrellas.
A la noche, mi noche,
que ni velo ni manto
cubre destellos
que algún día espacios fueron.
Lánguida y hasta brea,
lame cada pupila confundiéndose,
confundiéndome los límites
del cielo que me rodea.
Que de noche abstracta
la dimensión se gesta,
así el tiempo,
que sin sombras parpadea.
Lenguas de fuego
acuden a iluminar praderas,
que de bestias y roedores,
tapizan sus ocres aceras.
No hay más aroma en esta noche
que el sudor de mis venas,
el ajuar de un sueño tuerto,
junto a un rocío que quema.
Se ha hecho noche
y sin Luna llena,
se ha hecho noche...
me entrego al sueño
que despertar espera...