martes, 25 de agosto de 2015

Todo caducó

Todo caducó
el día que tus ojos
se refugiaron detrás de tus parpados
cuando me disponía a abrazarlos.
Tu mirada no sustentó al día
y la noche moría de rabia.
Algún disparo sonó a lo lejos,
La duda se ató al árbol de la amargura
y Dafne, ya hoja, tiritó de amor.
La locura rebotó contra el cristal del desamor,
las arpas se achicaron hasta ser violines,
rodó el cubo y resbaló la esfera,
arando a trigo tiernos jardines.
Todo cuanto hubo quedó deshabido
La naranja de hizo fuego
y estas letras,
nacieron dentre los ojos míos…

Lejos de quererte...

Lejos de quererte, me quiero.
Porque se que queriéndote
termino por quererme,
y también por querer más a la vida
que obtiene así un sentido.
Quererte es un acto egoísta.
No lo hago por ti,
es por mi que te quiero,
porque sin quererte, qué sería de mi.
¿Cómo existiría yo sin querer?
Ahora que,
ser algo por mi querido
depende solo de ti.
Así como,
si quisiera yo ser por ti querido,
dependería de mi, poder serlo
si no ha nacido ya de ti.
También decirte
que te quiero,
sin exigir ser querido…
por que puedes ser tú
todo lo que yo deseo,
sin necesidad de ser yo
aquello que tu necesitas…
y entonces…te amaré.
Podré darte
todo cuanto soy
sin necesidad de exigirte presencia,
ni tan siquiera que me quieras…
Te quiero porque necesito querer
Te amo por que he de honrar la vida…
Concordar, sería una casualidad fascinante…

Hoy comprendo

Hoy comprendo que la diferencia entre estar a no loco, radica en el loco que diagnostique.

lunes, 24 de agosto de 2015

Entiende que he muerto...

Entiende que he muerto
ya tantas veces que una más
es solo un nuevo cuento.
No es capricho,
no es terquedad
y poco tiene que ver con el desprecio.
Es ejercer la voluntad de que
mi vida exista por aquello que siento.
Es vivir por medio del sentimiento
y saberme muerto, no por mi,
ni por que lo quiera mi cuerpo…
es saberlo por la boca que me habla sin aliento
por que es de ti que yo he muerto.
Algún día yo olvidaré mi cuerpo
y será ese olvido,
el vestigio del próximo gran encuentro…

No se si...

No se si es mejor…
Tener miedo a equivocarme o a estar equivocado.
Tener miedo a amar o a nunca haber amado
Temer al rechazo o a rechazarme
Temer herir con mis palabras o a nunca haber hablado
Temer a perderte o temer darme cuenta que nunca te he tenido
Temer perderme o temer quedarme quieto
Pero en todos los casos el error es temer y tener miedo…

Descubrí la mano de la nostalgia

Descubrí la mano de la nostalgia
cuando la pasión abrió la puerta de lo irracional,
forjó maravillas de la nada impensable
que luego ni la memoria ni el recuerdo
pudieron repetir jamás.
El árbol seco se agrietó de hueco
la pesadilla untó el pan de cada día
y voló lejos el aroma de la belleza
anclada a aquel velero de hinchadas velas.
No recuerdo ya el dolor aliviado.
A un paso de declararme en estado de permanente locura
para canjear preguntas por calmantes que inviten al descanso,
o palmadas en el hombro por interrogantes desorbitadas,
descubro que la amapola germina de negras semillas
y el árbol del pan no tiene harina…y la locura se anticipa.
Intento quedar quieto para no ser visto y descubro
que a treinta kilómetros por segundo giro alrededor del Sol…
Recobro la valentía de mirar alrededor
e insisto en abrir las puertas del averno para respirar algo de aire.
Cuando la poesía estalla y está por abrir su ventana ultima
recurro a la primera estrofa que repetida, da cierre al desvelo
y oculta así, una vez más,
la visión del que se descolgase de la cordura...
Descubrí la mano de la nostalgia
cuando la pasión abrió la puerta de lo irracional…
lloré por ti, el del espejo
y ardí por mí, quien era el visto…


domingo, 23 de agosto de 2015

La estupidez...

¿Qué es la estupidez?

¿Hola Juan, fuiste al mecánico a arreglar el auto?

Si, al final fui por que no daba más y quería una puesta a punto para circular mejor y más seguro. Voy con los niños y mi señora, viajo mucho y eso me pone alerta. Pero no fui tonto de ir al de siempre ni me quedé con el primer presupuesto… no soy un inconsciente. Fui a tres talleres más y me senté a preguntar absolutamente todo: qué tenía el auto, cuánto costaban los repuestos, qué repuestos necesitaban, cuánto había de mano de obra, si incluía impuestos, etc. Etc. Etc. Y al final me quedé con el que me pareció más conveniente para lo que yo quería. No es el más barato pero si, el que mejor se ajustó a mis necesidades. No le voy a regalar mi plata a cualquiera por que si y ya casi soy un experto en mecánica ¡jajajajaja!

Muy bien Juan, está claro que tonto no eres. Eso te va a permitir ir a votar a tu pueblo. ¿Me imagino que ya sabes a qué proyecto político vas a votar?

Voy a votar a XX, tu sabes. No he tenido tiempo de leer su proyecto pero es un tipo bien…