E

E

Exilio
Escenario vacío
Encuentro del desencuentro
Escuela de las Américas
Espacio dantesco de titiriteros

Eliminado
Encubierto
Erradicado de la libertad
Echado al barro
Exterminado pensamiento
Educando a cadenas
enfundada pistola siempre alerta
Enemistado el verde con la naturaleza
Enfrentado
Enfadado
Ensangrentado por siempre
Erosionado en el alma
Erradicado de mis derechos
Economías que practicaron por temor
esas torturas que sin excusa o razón
echan a la humanidad al mismo estiércol.
Esperaron dejarnos como ellos,
estático elemento a merced de los imperios.
Estudiante de los setenta
en América latina toda,
éste Hombre de hoy que,
enterado en vida propia,
empuña éstas letras…

D

D

Desde dónde.
Desde qué.
Digamos que…
Desde que
dibujo ansioso,
dípticos matizados en ti,
desde ti y
desde mi…
diluyo en tintas
distintas formas,
diáfanas,
de amarte bajo una luz.
Diariamente, un Sol,
derrama en ti
duendes de colores
destinados a
divertirse entre tus volúmenes.
Distraes hasta el mismo
Dios, que a sabiendas,
diseñó primero al hombre
de otra forma no lo hiciera.
Dudo herir tu plenitud
desde que a la noche
decido apagar mis parpados
deslizo mis ganas hasta ti,
disfruto,
deseo,
diseño,
deambulo,
diversifico,
danzo,
dulcéo…
Discurro amándote.

C

C

Como
Cuando
Como de ti,
Contorneando así
Cuanto de ti existiera,
Cruzo sin saberlo
Cada segundo de vida,
Casi extasiado por tu sola presencia,
Cicatrizando la noche eterna que,
Cimitarra de Luna hiciera
Colmando a sangre la loza que pavimenta
Cada piedra de la memoria que se agrieta.
Cuanto de ti pueda
Colmar el aire
Cual enjambre de abejas
Cantaré a la sonrisa eterna
Concebida solo para alumbrarte
Cada vez,
Cuando tu mirada aparezca.
Caricia ansiada, de mi alma sedienta.
Cada vez,
Como
Cuando
Como de ti,
Cumplo el homenaje
Cierto de amarte…

B

B

Busco a ultranzas
Bajo el tapete de la cordura
Boquetes o agujeros negros,
Bruteces, por donde se fugara alguna vez,
Boquiabierto el amor
Bocifrerándo agonías
Bebiendo la sangre que alimentara
Bruscamente, el nuevo confort.
Brazos que se agitan de hambre
Bestias que pisotean la ternura
Brillos que enceguecen a la razón
Barullos, que entremezclan los sentimientos.
Bragueros y baratijas conforman,
Barajando drogas y alcohol,
Binomio absoluto…pan y circo.
Brujas ya aniquiladas en
Braceros del cruz y sadismo
Bellas rosas de nuevos criterios
Buscando su voz en el fuego.
Bellacos, bestias e infectados de poder
Beben de la copa que en sangre
Baña la historia con la mentira absoluta.
Busco a ultranzas
Bajo el tapete de la cordura
Boquetes o agujeros negros,
Bruteces, por donde se fugara alguna vez,
Boquiabierto el amor…

A

A

Alguna vez he intentado

Amarrar una idea a tu imaginación

Anclando tu sonrisa

Al margen más interior de mi alma.

Amagué…tan solo

¡Amagué!

Atenté…y

Aterrado con la posibilidad de

Apagar el fugo de tus ojos

Aparqué el deseo

Ancestral

Atando simplemente mi alma

A la vida que me diseñas

Amaneciendo

Amándome

Amparándome

Ansiándome

Asistiéndome

Armonizándome

Aplacándome

Acariciándome

Aguantándome

Apreciándome…

Allá, desde aquel luminoso espacio,

A mi lado…

Desde el abecedario

Desde el abecedario…

Ansío revisar cada rincón de los acordes silábicos.
Beso hasta las postrimerías del infinito para hallarte
Circunscribo las imágenes dentro de mi memoria.
Distingo siempre
Eternas formas que me sobrellevan
Finjo reír y me hago nostalgia.
Giro en torno a lo mismo
Habiendo sido alguna vez
Inicio de las estrofas desde el asombro mismo.
Jamás bebo de vaso ajeno
Kda tanto tropiezo con alguna letra que rebelde
Lía las formas para zanjarme incertidumbres.
Mañana vendrá la música en busca de mi alma
No hallará más que muecas que dejó alguna guitarra.
Ñata contra el vidrio como decía mi tata
Ostentando a la bordona y a las restantes cinco
Poderosas hembras de fuego
Que arrasan hasta el aliento
Resucitando a tantos muertos
Sonando desde el quinto infierno
Trayendo brisas de nostalgias
Ungüento para el alma
Venido de quién sabe dónde.
Whashinstones manchados de intolerancia
Xenofobias militantes cargadas de metralla
Y terminada historia ya de tan
Zaparrastrosa.

Creo haber esquivado la muerte

Creo haber esquivado la muerte
ya tantas veces…
no creo que más amor pueda
que más colores o sedas
recaigan a sorpresa sobre mis cejas.
He y me han amado tanto
tanta muerte y tanta vida
hay
que haya y me haya amado
que debo suponer
a la muerte despistado
y haber vidas sumado
de tanto amor
de tanto
amado…

Recorro la órbita última de tu vientre,

Recorro la órbita última de tu vientre,
desde el recuerdo del génesis
y hasta el abismo del deseo póstumo.
No llueve bajo el agua,
la luz se abraza a la sombra
y la seducción a morir
reconforta la vida misma.
De poder soplar palabras
cual pompas de jabón,
llenaría partículas de polvo
abrazaría a los ángeles
olvidados por siempre
detrás de las pocas travesuras
de una fantasía que desaparece…
Desaparece el horizonte
ante el fogueo del Sol,
como en la brea
se ahogan los blancos.
Y así y todo,
acepta su derrota Afrodita
ante ti,
y andas conmigo,
compañera,
dibujando el nuevo trillo,
yo el cañón tu el gatillo
del fusil que porto en mano.
Recorro la órbita última de tu vientre
desde el recuerdo del génesis,
hasta el abismo del deseo póstumo,
solo con el deseo de verte en mí,
Mujer,
hasta en mi suspiro último.
Mujer,
de la compañera Mujer,
la de barro Mujer, de matiz y cincel,
Mujer.
Dejo la Julieta a los isleños
que de matarse hacen rezos
y las princesas a los nobles
para que esperen durmiendo un beso.
Viajo siempre y contigo Mujer,
al somos eterno de cualquier beso,
a la bella atmósfera de tu piel
que me baña siempre de sueños,
al diseño único de tu cuerpo
que es el alcance último
de mi deseo…
De tu cabello de heno
tejo el lienzo de mis sueños.
De tus manos raíces
me afirmo a éste averno.
¿Qué de mi Mujer
sin tu sola presencia?
¿Cómo entender lo feo
sin conocerte lo bello?
¿Cómo saber de la violencia
sin conocer tu ternura?
¿Cómo saber del resentimiento
sin saber de ti el amor?
Recorro la órbita última de tu vientre
desde el recuerdo del génesis,
hasta el abismo del deseo póstumo,
solo con el deseo de verte en mí,
Mujer,

hasta en mi suspiro último...