lunes, 24 de febrero de 2014

Del amor...

El amor no se busca... se encuentra.
Equivoca quien busca
por que la intención
no anticipa nada,
flagela la autenticidad
y repite errores consabidos.
Es que solo buscamos lo conocido,
no creas que inventamos algo
y salimos a buscarlo.
Si buscas, careces;
si amas, permaneces;
y si logras ser también amado,
serán dos, juntos, que andando
irán encontrando vida.
Generalmente,
cuando pierdo una cosa la busco,
cuando necesito algo
simplemente camino…
Cuando necesites ser amado,
sitúate en la humildad
de saber quien eres,
de saber lo que puedes dar
y siempre
habrá quien te ame
como eres…
que muchas veces
no es lo mismo,
que aquello que crees ser,
y no hay peces en el desierto.

El amor no se busca... se encuentra.
Equivoca quien busca 
por que la intención
no anticipa nada,
flagela la autenticidad
y repite errores consabidos.
Nos han contaminado mucho
con imágenes rosas
y amores de cultivo.
Queremos ser caricaturas
y somos de carne y hueso.
La vida nos duele,
nos desgastamos,
cambiamos,
mutamos,
nos transformamos.
Dicen que ya no somos esclavos
por ende, no tenemos que ser comprables,
ya que no necesitamos tener buen precio.
No digas a los invidentes
que nunca podrán amar,
por no poder ver
lo hermosos que son…
Por ello, tu puedes ser tú,
como el otro será él.
Con muchos defectos como tu
y una única gran virtud…
que te ama.
No creo que hayas buscado nacer…
y estás aquí.
No creo que busques morir
y morirás…
No había que buscar
ya que eso involucra
el tiempo de saber qué buscar.
Y no hay nada que buscar
solo se pierde el tiempo
intentando saber qué.
El amor no se busca... se encuentra.
Equivoca quien busca al amor,
por que la intención
no anticipa nada,
flagela la autenticidad
y repite errores consabidos.
Amar no es un acto racional,
no conjuga con la razón,
es un simple acto de vida,
que no se condiciona al tiempo,
ni a la sapiencia, ni a la voluntad…
y sobre todo,
no es exclusivo al sexo opuesto.
Tampoco es una razón social
y menos aún, un compromiso religioso.
El amor es una gran tarta mágica
que cada individuo posee,
porcionada de forma tal,
que hay un trozo
del sabor que apetezca
a cada quién al que quieras ofrecerte.
Un trozo para todos menos para ti.
Tu trozo, está en la tarta del otro.
Y tu amor propio,
es saber de ella
y compartir toda tu tarta…
El amor no se busca... se encuentra.
Equivoca quien busca al amor,
por que la intención
no anticipa nada,
flagela la autenticidad
y repite errores consabidos.
De buscar nacer
sabiendo del dolor del parto,
este Mundo estaría vacío.
De buscar nacer
nadie estaría vivo.
De buscar amar
se muere en el laberinto
de la insatisfacción del no ser.

26 de Febrero del 2014