miércoles, 20 de noviembre de 2013

Hoy canté al vino...

Hoy canté a las flores y al vino,
al Ceibo y a la uva chinche,
al Araguaney y a la chicha,
a mi querida Gorda
mi historia más blanca,
la ensalada de repollo,
su olor a río,
a mi Río de la Plata.

Hoy canté a la bordona
y sonó Alfredo,
que siempre me trae al mío
a Tabaré, del cuzco rabón,
y los dos en andas, a Niña Luna,
la gran madre de cada letra…
tu lo supiste  Alfredo
al acariciar sus cuerdas.

Hoy canté a las flores
y se coló la chinita,
sonrisa tierna y sincera
con la fuerza del algarrobo.
Hoy canté a la muerte y habló la vida
obcecada y ceñuda vida,
ofendida por dejarla de lado
y bailar con su enamorada.


Hoy canté a las letras y habló la voz,
Lilián desperezó a la tinta y la hizo velo,
velo del alma que solo la verdadera luz roza.
Hoy supe cantar al mate
y me habló la yerba…
hasta los verdes me hablaron
luego de tanta muerte y miseria
ya enquistados en mi existencia.

Hoy canté a las flores y al vino,
mirando atrás, tal vez por viejo,
tal vez por niño, tal vez tan solo
por haber amado mi camino,
cada flor,
cada pincel,
cada mujer,

cada vaso de vino…