miércoles, 26 de julio de 2023
El mundo en el que...
sábado, 10 de junio de 2023
Si debo hablar para complacerte...
Si debo hablar
para complacerte… ¿Cómo decir que hablo?
Si amarte es complacerte ¿Cómo pensar que soy yo quien te ama? Escribir
para complacerte es buscar repetirte o plagiarte. La complacencia no genera arte, así como el amor no ha de ser bello o
complaciente. En el caósmos que constituye
la existencia, no prima la complacencia, eso es la hipocresía. El Universo no
se complace, se tolera y coexiste, cohabita e hilvana la evolución. Ama lo diferente, porque
solo la diversidad hace a la sabiduría y el amor no sabe de ignorancias… solo
así, te sabrás tan pequeño que te sentirás inmenso.
Del paraninfo bermejo
Del paraninfo bermejo,
aciago límite del espero,
se espesa el vientre
que en aguas meció anhelos.
Se subraya el índice
del cobarde, del cateto,
y con rosas rozas,
en vano intento,
de hacer aromas
donde yacen excrementos.
El paraninfo, bermejo,
desangrado yace muerto…
En este instante que lo conforman nada menos
En este instante que lo conforman nada menos que veintiún mil novecientos días, de los que se recuerdan y de los de aquellos... Cuando la muerte se hace aliada, única confiabilidad existente o persistente, que durante las sesenta décadas no ha cambiado de argumento o de mensaje... la que hoy coexisten vestida del alivio que impone su sola existencia, de protagonizar la acción última que hace soportable la visión objetiva del Humano hoy, que avergüenza cualquier intento de amor... En agradecimiento a tu existencia es que aún suda tinta la mañana y empaña de humo el cristal de la vida, para incorporarme a la ciudadana ignorancia y continuar... ¡ Si no existieras! ¿Quién desde la cordura existiría? Tienes la humildad de dejarme a mí el protagonismo y la responsabilidad de determinar mi momento de vida más importante, cosa que tú antónimo pariente no me concedió... y si me olvidara o valor no tuviera, estarás tú por siempre, para recordarme el sentido de la existencia... Tu antónimo se impuso y se marchó al instante... y tú has estado allí, a mi lado, desde ese preciso momento...
Empañé el alma siempre
Empañé el alma siempre, que asomé mi niño, al adulto averno donde deambula mi cuerpo... Llorado siempre, y no por mí, ni por culpa siquiera, al dar de bruces contra la avaricia... esa ignorancia camuflada de metales preciosos que ya valores intangibles, conforman el credo único y solemne, de una degeneración con disfraz de exitosos emprendedores de futuro. Hoy miro ya casi desde la cumbre con visibilidad de tiempo y camino andado... Ya no empaño...quiebro o me destruyo, aferrado al niño que me llevo...mi único vestigio digno que atesoro. Por ellos lloro, viendo los campos de exterminio que la virtualidad construye, sin piedad, cada vez que escucho hablar de evolución social... Empañé el alma siempre, con la tinta sincera de mis letras...
viernes, 13 de enero de 2023
No solo un fallecido está muerto…
No solo un fallecido está
muerto… los olvidados de sí mismos, aquellos que se sustituyen permanentemente
por arquetipos en fondo o forma, los mimos de la cotidianeidad, los avariciosos y codiciosos, los subyugados o dogmatizados, los fanáticos u obedientes
serviles, los que aman desde Shakespeare o anhelan desde Hollywood… ellos
también fallecen desde si mismos, por sí mismos. La creatividad, que es la esencia de la vida
misma, que no es tan solo un instante sino más bien una constante; ella es la
eternidad mientras la repetición es la dilución del yo en el magma del mundanidad.
En los afanes mundanos de la juventud eterna no hay más que muerte anticipada…