jueves, 7 de enero de 2016

Aguas marrones aguas azules...

Allá en las aguas marrones
Destellos de ríos, destellos del Plata
Aparecían maniatados, atados o encadenados,
Aparecían hinchados y golpeados.
Allá en aguas marrones no eran identificados
Allá en aguas marrones venían desde lo alto.
Aquí en aguas azules vienen nadando.
Desterrados entre tierras, de arenas y espartos,
Aparecen negros, aparecen blancos
Aparecen vestidos, aparecen hinchados.
Aparecen de dos, de tres y cuatro años,
Aparecen sirios, aparecen nigerianos,
Subsaharianos, africanos…
No golpeados, no maniatados
Aparecen desechados, aparecen descartados
Aparecen madres y hermanos.
Cómo será en los lagos, el los ríos de bajo calado
Cómo será en los charcos, como será en los pantanos.
Dicen las sirenas que no cantan del espanto
Hablan las olas de rugidos de otros alambrados campos
No se los traga la mar, se los devora el desencanto
Los engulle la indiferencia, los ahoga el pánico
Allá en agua marrones y aquí en aguas azules, nosotros…
Siempre nosotros, siempre nosotros que solo lloramos…
Siempre aquellos que descuentan vidas ahogando
Y siempre ellos que mueren ahogados
¡Que no nosotros!
Por pura causa del azar de un parto…

Nada más sublime...

Nada más sublime que el intento de amarte…
no es el éxito el caldero que espera al final del arco iris,
sino la multiplicidad de matices que he recorrido
tan solo por haber rozado tu costado…eso ha sido amar;
tan solo el tenerte ha quedado aparcado…y eso es tener…
Nunca quise tenerte, solo pretendí que quisieras estar conmigo
para compartir juntos, el amor que hoy me llevo,
aquel que me has negado y marcar a cuatro huellas
el camino aún no andado...

martes, 5 de enero de 2016

Se encontraron...

Se encontraron la sal y el azúcar
cuando aquella lagrima alcanzó
la comisura de aquella sonrisa
que la esperaba ansiosa de mostrarle
que el sufrimiento fue un invento del Hombre
y que el verdadero amor solo sabe de vida,
más allá de culturas, educaciones o religiones…
Así la meció entre sus dos labios rosas
para que una vez saliva,
corriera a refrescar aquel cuerpo cansado
que retornaba de un viaje de vida vivida...

lunes, 4 de enero de 2016

Recordaré una noche

Recordaré una noche la voz de la poesía
y existiré por siempre en su reposo,
ahogaré mis sentidos en su sangre,
bañaré sus rubores con mis salados mares
y brincaré los ataúdes enmohecidos
de los que esperaban que durmiera…
desde cuando en tinta existiera.

Hay una gota que no es diamante,
que no aún lágrima suspira
y una luz que no es estrella,
que solloza cuando canta la higuera…
hay aromas extraños a primavera
cuando las arcas surcan mareas
navegando cuentos ya perdidos.

Una brisa se enrosca a mi razón
y agita sus tiernos tallos, que retoños,
parecieran despertar a la voz de las quimeras.
Cuánta poesía quisiera
revolcarse en éstas letras,
sabiendo que sin ti
no son más que manchas negras
sobre blancas hojas eternas
cual mudas carceleras.

Recordaré una noche la voz de la poesía
y existiré por siempre en su reposo,
ahogaré mis sentidos en su sangre,
bañaré sus rubores con mis salados mares
y brincaré los ataúdes enmohecidos
de los que esperaban que durmiera…
que el poeta durmiera…
que la poesía durmiera en el sueño del poeta,
sin hacer amores de las frías madrigueras.

Ya ni sabio ni letrado,
ni escritor siquiera;
ya tan solo enamorado,
ante la vida que respeta
a quien antes de existir,
simplemente es poeta…
Y abrazado una noche
a la voz de la poesía,
existiré tan solo
en su eterno reposo,
ya sin aliento, 
sin voz sin retorno,
ya sin acoso…

domingo, 3 de enero de 2016

He convivido


He convivido con la soledad
aturdida de palabras,
en el vacío que componen
voces que a modo de murallas
impiden que el silencio los evidencie
solos, temerosamente solos ,
nadando en la inseguridad escondida
detrás de un saber que de memoria,
se repite a modo de distintivo de vida.
Añoro a los niños que se inventan el tener
en efímeras creaciones temporales
de propia autoría indiscutible,
haciendo de lo finito de su existencia
un total desafío a la creatividad.
He compartido el reloj equivocado,
donde se devalúan las horas de vida
ante consumos descontrolados de instantes,
detrás de la imagen que les es consignada hoy,
a cada maniquí de cada escaparate de oficina,
que como la pintura de una pared,
decoran interiores desgastados, decadentes,
presentando a cambio superficies casi perfectas,
brillantes, delgadas y nuevas...
siempre a la vista nuevas.
Vuelvo siempre al vuelo de Juan,
a lo que llaman pobreza y entiendo libertad,
dejo la esclavitud de la sobra
por la creatividad de la necesidad
y asumo el final como una etapa más,
a la que elijo cuando quiero.
Ya cada vez hasta más solo,
descreo del tiempo,
de lo que llaman verdades
y de lo que repiten a insistencia.
He convivido con la soledad
aturdido en palabras sobrepuestas
que intentaron de algún modo inocente,
llevarme al miedo de no ser otro más,
no verme cada mañana igual y repetido,
y descubrir asentimiento en cada mirada vacía,
desde el desconocimiento de no saberme
eterno fantasma en la ciudad de los espejos,
un abril más, para las mariposas de enero.