lunes, 7 de enero de 2019

HE ESTADO...


He estado con indígenas del primer mundo occidental norte donde la deidad que idolatran les concede sus deseos por medio de máquinas expendedoras de papel o tarjetas de plástico luego de penitenciar por los pecados cometidos unas cuarenta horas semanales para beneficio de clérigos y representantes de sus credos. Con eso que llaman dinero pagan a la deidad permiso por cada cosa que tienen (sean o no dueños de las mismas), por mantenerse lo más cerca posible de la eterna juventud o longevidad, y por la seguridad de habitar dentro de sus dominios. Con el sobrante pueden cambiarlo por alimentos porque no son autosuficientes y dependen de otros para alimentarse, así como también se dedican a cambiarlo por alcohol de diferentes sabores y demás drogas (todo esto también manejado por la deidad). Aquellos que tienen un excedente mayor logran hacer durante quince días aquello que desearían hacer todos los días y practican algo que llaman turismo, que para ésta civilización es incrementar la ingesta de drogas y alimentos pero en otro sitio diferente…cosa curiosa porque ese trasladar lo mismo a otro lado les cuesta más cantidad de esos papelitos o plásticos que le dan las máquinas y deben por ello penitenciar más horas. 

A pesar de criticar constantemente su forma de vida la vocación a su deidad es absoluta e indiscutible. Se sacrifican para que el sistema religioso o credo crezca, para que sus sacerdotes se enriquezcan cada vez más por medio del esfuerzo de los mismos indígenas y que muchos de ellos viven en los límites de la pobreza entendida así por el mismo credo. 

Por más que los dioses nunca son vistos por los indígenas, tienen sacerdotes que se someten a una votación cada cuatro o cinco años donde la masa indígena elige su permanencia en el poder. Curioso es que por más que voten a veces a sacerdotes diferentes, los templos y credos, penitencias y dádivas, sean los mismos siempre. 

Hablan de culturas inferiores, mundos en subdesarrollo y seres minusválidos… mejor ni voy por esos lados. 

Indígena 
Del lat. indigĕna. 
1. adj. Originario del país de que se trata. Apl. a pers., u. t. c. s