miércoles, 16 de enero de 2019

Capitailsmo

El capitalismo, ese totalitarismo del capital material, plantea el crecimiento económico eterno como única posibilidad para la existencia de la humanidad tal como la conoce la cultura occidental. 

El crecimiento económico ha ido de la mano del deterioro del Planeta en cuanto a contaminación y consecuente aceleración del cambio climático. 

El proyecto chino que acaba de hacer germinar una semilla de algodón en la Luna deja claro que en lugar de intentar preservar el Amazonas y el planeta Tierra, se busca intervenir otros espacios en el Universo para explotar compulsivamente (incluso la captura de asteroides para la extracción de sus minerales). 

El capitalismo sin el consumo compulsivo no existe, el crecimiento capitalista no es más que el consumo compulsivo. 

Los consumidores únicamente lo son si tienen poder adquisitivo para ser consumidores. 

El poder adquisitivo lo obtienen las clases trabajadoras, burguesas y empresariales mediante el intercambio de horas de ocupación diarias dedicada al funcionamiento del sistema, por dinero o sustituto (que es la herramienta de canje para acceder al consumo). 

El hecho que los capitales estén cada vez más en poder de menos personas de poca visión universal y mucha compulsión obsesiva por el poder, provoca una suerte de ceguera racional en forma de suicidio conceptual. Es decir, poder tener cada vez más dinero en mentes reducidas, se traduce en reducir los costes de obtención de ese dinero (no tienen más que la capacidad de ver cosa por cosa). Para ello, en un primer paso acuden a la obsolescencia programada (cuando menos dure un producto más se acelera el consumo del mismo). Con igual fin proceden a estableces fechas de caducidad o consumo aconsejable. Por último acuden a la tecnología y reducen la mano de obra (una máquina sustituye a muchos trabajadores). Al reducir la mano de obra, la masa obrera no canjea horas por dinero, por lo que se reduce el consumo masivo. Al reducir el consumo reducen el crecimiento. Al reducir el crecimiento no aumenta la cantidad de dinero que poseen… y eso es un suicidio conceptual. En concepto capitalismo se suicida en un liberalismo salvaje. 

Si el capitalismo estuviera en manos de mentes amplias, reconocerían que el elemento fundamental que permite que el sistema exista es el ser Humano. Por lo tanto el capital fundamental sería la gente. Éste capital tangible y vivo, no tiene propiedad pero si poder como combustible de todo sistema social que pretenda ser aplicado a un grupo humano. Por ende, el capital material no puede ser acumulable, debe ser compartible. EL capital material por sí mismo no existe, necesita del capital humano para funcionar. 

La acumulación de capital material responde solo a perfiles enfermos que fuera de toda racionalidad prefieren el suicidio a la permanencia. 

La pregunta es si el problema es el sistema o aquellos que lo manejan. 

¿Estaría mal pensar en la acumulación de cereales si esto tuviera como objetivo alimentar a toda la Humanidad? 

¿Estaría mal acumular agua para que toda la Humanidad tenga acceso a la misma? ¿Estaría mal también compartirla con todos los seres vivos? 

Es que llegado a éste punto puedo pensar que el error no es el capitalismo sino los capitalistas que equivocan el orden de los capitales. 

El capital material debe estar en función del capital humano y lo han planteado a la inversa. El capital material no puede estar en función del enriquecimiento individual, sino del bienestar planetario. La competitividad solo genera separatismos, capitalismo salvaje, enfermo. El capital no es la sanación de las patologías de los acumuladores compulsivos, no es el aislante de todos sus miedos, el camuflaje de todas sus debilidades. En un capitalismo sano no tendría cabida la centralización del capital en pequeños grupos o personas. Y el capital Humano no estría enajenado del capital animal, mineral y vegetal que compone el planeta Tierra, es todo un único capital en donde el capital humano, solo tiene la responsabilidad de la ejecución por esto que denominan sabiduría.

martes, 15 de enero de 2019

La sutileza

La sutileza marca grandes diferencias y genera los grandes equívocos sociales. Un sonido similar en el apuro cotidiano genera el error o desacierto. 

No es necesarios competir es imperioso compartir. 

Suena parecido pero no te dejes engañar, es la diferencia entre vivir y matar.