Olvidado ya del tiempo,
yelmo que huye al destierro,
vislumbro último el rincón del encierro
que herrumbró días de velos.
Las voces quedan
pintando a las siluetas,
en aquel episodio exento ya
de espacio y tiempo.
Todo se diluye, hasta el acento se precipita
y ya no acaricia las oraciones al viento;
mastica asfixias en hora de estiércol
y emana sus gases al cielo.
El mundo se ha despojado de sus fantasías,
cual mujer sin maquillaje
o político sin discurso escrito…
tan solo lienzo vacío y hasta sin tela.
Olvidado ya del tiempo…
que solo cuantifica más no valora,
queda el espacio que habito,
que sólo habla de ahoras…