miércoles, 24 de diciembre de 2014

Cómo discernir...

¿Cómo discernir la belleza
dentro al alma humana
cuando es mas la resaca
que aquello buscado..?
¿Qué..,
con el peso de la merma
que lleva a jirones
los músculos y tendones
que obran a tal propósito?
¿Cómo hablar de amor
a los sordos adoquines
que conforman esta vía
que llamamos vida?
Escaparates ilusorios
frágiles imágenes
dependientes tan solo
de un cambio de moda
una nueva colonia
o cirugía,
que de estética poco lleva.
De abrazar el aroma de tu aliento
entre la opacidad de fenoles
y pociones que destilan
tonterías en sonrisas de marca.
¿Cómo no abrazar
al niño que de hambre fallece
cuando entre tanta obesidad de almas
cunde el pánico de la infelicidad.
Los tabiques siempre tienden a caer,
solo el árbol raíces tiene...
así como solo el verdadero amor prevalece.
Cuando las cortinas caen
y mis pata al suelo
retoman mi horizonte,
la vida se me llena de sensaciones,
de originales sensaciones
que permiten hasta llorar
a los pies cansados.
Las aguas de ríos interminables
comienzan a recorrer mi mente
y matices azules bañan
las costas de mi conciencia.
Sin marcas ni pesados metales
se me hace la vida
al costado de una sonrisa
siempre eterna;
en boca del hambre
siempre eterna…
de comida hambre,
no hambre de vida.
Y la amargura me atrapa
desde la cimiente misma
del dolor.
No se hace zanja
para sembrar,
se zanja para enterrar.
Y en éste carnaval plástico,
de vacíos interminables,
de bajos valores
y solo altos costes…
¿Cómo discernir la belleza
dentro al alma humana
cuando es mas la resaca
que aquello buscado..?

martes, 23 de diciembre de 2014

Habrá también el día...

Habrá el día
en que no haya luz
ni al despertar.
Sudará la hoguera
el laberinto final
y se enderezarán
viejos durmientes
de desgastadas vías.
Habrá el día
que no haya ella
ni al despertar…
Como ya tal vez
no lo hubo
jamás…
Como tal vez nunca
lo ha habido.
Como tal vez
no haya yo
jamás regresado
de mi ultimo
sin luz, despertar.
Habrá el día
que no más lagrimas
y no será
por que estés…
será tal vez
por que no
te hayas ido…
Pero habrá el día
en que no haya luz
ni al despertar…
día del fin
de todo principio…

domingo, 21 de diciembre de 2014

Diálogos en el éter con el yorugua anexo...

Diálogos en el éter con el yorugua anexo...

"Hermano Marzio y amigos todos, porque con seguridad lo somos, desde que nos toca compartir a este poeta:

No dejes, querido amigo, al tiempo -ese ilusorio accidente- el balance último de tu destino, o la puntual explicación de tus desconciertos. Más bien, acude al aroma o a la melodía que te llega sin pedirte permiso, para acariciar la dorada cabellera de tu alma. Confía a la avidez de tu piel la prédica sin solemnidades de la vida, deja que palpite en tus venas el caliente vino de la libertad. Entonces, abre tus ojos... Para contemplar esto que Alguien preparó
para tí, para la luminosa residencia de tu espíritu. O que tú mismo has preparado para eso, poco importa. Abre otra vez tu ojos y contémplate en esos otros, que también te anhelan...
Tú, que tienes la llave de todos los misterios, no dejes a tus angustias el formular preguntas. Levántate de eso y hazlas tú, aunque sepas las respuestas, aunque sólo sea para solazarte en la maravilla de los universos que habitas. No otra cosa es Amar, y tú lo sabes.
El Cosmos, poeta amigo, cabe absolutamente en la redondez total de una minúscula gota de rocío, eso que acaso, alguna vez, fue lágrima.
Olvídalo, si quieres; también puedes ser insensato. Sea como fuere, tus amigos te estaremos aguardando, con este mismo abrazo.

Carlos McGough, el yorugua anexo"



Querido hermano, poeta eterno en las partituras de la música que guía mi alma. Hago éste, mi último envío, en frase que desgarra hasta el aliento. Te llevo y me llevas, nos llevamos puestos. Mientras caiga tinta de esta pluma peregrina, habrás de vivir por siempre, en cada gota, en cada esquirla. En mis batallas tu bandera; y en mis besos el aroma de tu sonrisa. Y cuando de callar toque la quena, beberemos almas andadas en copas de serranías. Habremos de andar, más que lo andado y tanto que amar, más que lo amado. Adiós hermano, siempre delante de mis pasos, preparando el lecho donde descansarán las almas cansadas. En la próxima parada, beberemos compartiendo los trazos, de las viejas andadas.

Tu hermano eterno

Marzio Girola