viernes, 13 de noviembre de 2015

No pienso siquiera al salpicarte al negro

Ayer acaricié una traza de tu aroma

Que se descolgó inerte

Desde el ala curva de una gaviota

Que abrazaba al viento para comprenderme

Cada vez que asoma el sol

Justifico estar en el frío cemento

Y al apañarme la Luna

Apruebo toda la sal que curtió mis deseos

Nada es mas pobre

Que las palabras ordenadas

En tiempo y formas que no condicen

Con el amor que trina claveles

Cuando apaña un antojo

No hay mesura en el hombre auténtico

Como no hay pecado en la mujer enamorada

Solo el odio y el mal pueden pensar

Que tras la voz de una mujer

Puede haber el aliento de una bala

Solo el mal puede dibujar

Muerte en una brisa de palmera

Verás, ya no sostengo la memoria

Al salpicar de tinta la fibra plana

Que intenta hacerme olvidar que muertes verdes

Tantas muertes verdes han de sucederse

Para aparecer ente mi lecho

Sudando resina de cementerio

No pensemos que todo muere

Cuando el final es un comienzo

No se puede ser tan ruin

De pretender ser siempre

El propósito de todo devenir

Cuando las lagrimas ocupan el tiempo

Que otrora decorara la sonrisa

Se alzan las bestias a respirar hediondas

La eses de sus mediocres ideas

Ayer salpicó mi mejilla

Un azul que bordaba lienzos

Ya dormidos en madreselvas

No compro pólvora porque sé

Que llevo al amor cual arma de guerra.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

un cuento corto

El elemento estaba sentado mirando su pantalla satélite de sopotocientas pulgadas y escucha:
“En el mundo nacen 367 000 personas y mueren 154 080 cada día (media obtenida del último censo de la CIA realizado en el año 2014).
Restando el número de nacimientos entre el de muertes diarias se puede calcular que el crecimiento diario medio de la población mundial es de 212 920 personas por día. Por otra parte, si se dividen las personas que nacen entre las que fallecen en un día se halla el ratio de nacimientos/muerte por día, que en este caso es de 2,38 nacimientos por cada muerte…”
Inmediatamente, mirando a sus hijos jugando el último vídeo juego de acción “Matando lo que se mueva IV” remolinó los cubos de hielo de su whisky y pensó para si mismo…
“Total que siempre tengo razón, cien mil muertos más es el equivalente a ocho horas de pariciones que no es nada… pero no saben la cantidad de millones que nos embolsamos con los compadres en guerritas por aquí y golpes por allá por esas ocho horas de mierda… y no se quejen que al resto les damos trabajos de ocho horas, veinte días libres al año, ropa de marca, alcohol y drogas barata con comida chatarra a gusto, viajitos low coste. ¡Qué más queréis! ¿Queréis que hagamos una guerrita por allí para quitarnos publicidad en contra de encima? ¡Ahhh! Bueno, a mirar lo que pasa por la TV y a preocuparse por el mundial, los cumpleaños y las navidades…Hay que joderse con la chusma desagradecida”

Totalitarismos

Los totalitarismos existen por que la ignorancia prevalece. Pero seamos cautos y entendamos que el concepto de ignorancia (falta de conocimiento) ha cambiado durante el siglo XX a (conocimiento condicionado). Tal conocimiento como estrategia data del siglo XVIII sino equivoco fechas, pero su aplicación es muy anterior, lo que sucede es que no contaba con una estrategia global diseñada.
Esta ignorancia es aún más dañina ya que el ignorante sostiene ser culto y fabrica juicios sobre premisas erróneas. Hoy día, el error es tan grande que es difícil saber qué es una y qué es la otra, por ello se escuchan repeticiones como propias opiniones.