domingo, 11 de septiembre de 2016

La muerte grita...

La muerte grita y la vida susurra,
el miedo golpea y el amor acaricia.
Cuanta variedad tiñe los días,
cuan poca y simple es la alegría
de mano del niño, que juega con ella,
en el zaguán de la ciudadanía
que espera devorarle la sonrisa
para hacerlo adulto…
deshacerlo individuo.
Cuánto más cerca de la luz ante el niño,
que ante el adulto que empuña lápiz cual cuchillo,
que malentiende el cariño con amor retorcido,
que atesora el ego por que le robaron el niño…
Cuanto más escritor el adulto, más poeta el niño…
La muerte grita y la vida susurra,
el miedo golpea y el amor acaricia…
me susurra el niño siempre
la caricia más pura…