jueves, 19 de febrero de 2015

El filo sur de la Luna...

Si acaricio el filo sur de la luna,
peino los cabellos de tu mirada
que se deslizan sedosos
entre un suspiro de Unicornio
y el calor de una Llama.
No arpegio en tu mirada
por que no hay pentagrama
ni matiz que aprisione
el color que la irradia.
Renuncié escribir al amor,
al entender que habías tu
agotado sus tintas
en la profanidad de un suspiro,
en la eternidad de un beso,
o en la letanía de un gesto.
Cuando de amor salpican las letras
de lagrimas se baña la coma,
ese descanso que esperaba ansioso
para alcanzar aspirar tu aroma.
Ya no sangran las paredes
cuando ataca tu recuerdo,
ni el ovillo teje redes
que atrapen tu misterio
Ya no nada, más que el tiempo,
que hace de cervical oblicua
al paralizar cualquier intento.
No más metralla a campo abierto
ni pies que gocen de cuentos.
Al alba y solo al alba
cae alguna gota oscura,
de la morada última
que regentó tu mirada
Al alba y solo al alba
puede yacer algún esbozo
de aquel yo,
que aún volaba.
Si cada vez que intento abrazarla…
acaricio el filo sur de la luna,
peino los cabellos de su mirada
que se deslizan sedosos
entre un suspiro de Unicornio
y el calor de una Llama…

lunes, 16 de febrero de 2015

Extracto

Extracto del manifiesto de Marco, que no se ha manifestado aún:

"El verdadero sabio no muestra a quien pregunta el camino que él ve; simplemente muestra las hojas que no le permiten al otro ver su propio camino. En el verdadero conocimiento no hay ni espacio ni tiempo, ni adelante ni atrás, ni arriba ni abajo…es solo tu que construyes y convalidas tu propia existencia. Es donde se es o se imita".

domingo, 15 de febrero de 2015

Tan solo...

Tan solo tu mano
hubiera bastado.
Un ancla.., un asir mi gravedad
ante el remolino ascendente
del irracional vacío ciudadano.
Una brisa de tu sonrisa
bastaba para y tan solo,
dar sentido a las velas
que solo viran a tierra
con tu viento, tus mareas…
Bastaba un respiro de tu voz
para clavar a suelo
hasta mi sombra…
Un simple cabello tuyo bastaba
para enredar mis horizontes a tus pies…
Bastaba tu color para helar mi tiempo,
así como a los relojes todos de mi haber,
de años de imparable rotación.
Bastaba dejar tu aroma sobre mi cabello,
pintar alguna piedra de mi mirada
con el matiz de tu saliva.
Una sola sílaba de tu pulso bastaba
para hacer que la Tierra no girara…buscándome.
Te bastaba tan solo mirarme con el alma,
y tú no estabas…
al menos ese tú,
que yo tanto amaba…
Tan solo tu mano
hubiera bastado...
una caricia
una sonrisa
un aroma
un aire
un gesto
un matiz
un viento
un sabor
un suceso
un latir
un palpitar
uno…
pero tuyo.
Solo uno
y sería el todo
que yo respirara…
Para ti poco.
Para ti nada.
Y no estabas…