sábado, 27 de junio de 2015

Pablo...

Pablo…


Si supiera cómo…
escribiría.

Haría falta la miopía
para no decretar ausencias
y de saber cómo…
escribiría.

El vacío ante mi…
abismo, oscuro, cruel,
hastío, espeso, hiel…
que de saber cómo
escribiría.

No acaricia un recuerdo
el verso más triste,
ni se apoya en el dolor.

El verso más triste
nunca se ha escrito
y si supiera cómo…
lo escribiría.

Que lo más triste
es no saber cómo…

Que si supiera cómo,
habría escrito yo
el verso más triste
cual fuera noche,
que al asirse a fibra,
mágicamente,
de serlo dejaría…


miércoles, 24 de junio de 2015

Ni dónde caerte muerto...

No tienes ni dónde caerte muerto…

Así repiten muchos ecos
en los corredores estrechos
que enmarcan la real miseria humana.

Es que me he preocupado más
por tener dónde verme vivo…
y ha querido la pura casualidad
que nunca haya sido en esos corredores
donde la verdadera pobreza habita,
en los que no he podido ver la vida
asomar bajo un acto de verdadero amor.

Así sucede que cuando caiga muerto,
la basura que genere irá al cenicero
y mi rastro transcurrirá en mis letras,
mis colores, fotos, arcillas y grabados,
poemas, vídeos y el amor de aquellos
a los que no he debido comprar
para que me dejen habitarles dentro…

Por ello y tal vez,
no tenga ese imperioso interés
de tener dónde caerme muerto…
a las cosas las tengo en su justo puesto
y al alma, la tengo siempre en “empresto”.
Es simplemente que no habito
en el corredor de los pobres ciertos,
prefiero el campo abierto
donde la vida grita a pulmón lleno
que vale la pena dejar a los temerosos
el amparo de los corredores siniestros.