No llevo nada que te lastime...

No llevo balas,
ni bombas químicas;
ni atómicas o de racimo,
y ni municiones llevo.
No llevo espadas ni katana,
ni explosivos, ni cimitarra,
siquiera una piedra o una lanza…
No juego al fisco o a la estafa,
ni a la baja o al alza,
de la bolsa que guarda
ese espejismo idiota
que has inventado tú
para ocultar tus matanzas.
No llevo nada que tu vendas
ni nada que tus guerras hagan.
No llevo nada que asesine,
ni que torture o maltrate,
no llevo nada,
así como tantos miles,
que te sabemos ya muerto,
acabado por donde se te mire,
sin necesidad de utilizar
ni cañones… ni misiles…

No busques más allá

No busques más allá
de la mirada aquella
que te empaña el alma
cada vez que asoma
para acariciar tu esencia.
¡Ya estarás en el más allá!

Pasarás una vida
destilando mentiras,
amputando realidades,
deshojando penas,
cargando tu bolsa de cosas
para alimentar a las bestias
y tan solo te regocijará
el segundo aquel
que te detengas a recordar
aquella mirada
que te empañó el alma
cuando asomó
para acariciar su esencia
¡Y no hay retorno al más allá!

El valor universal
La verdad única
El respeto a uno mismo
El verdadero amor
Honrar la vida es
saber detenerse
cuando encuentras
la mirada aquella
que te empaña el alma
cada vez que asoma
para acariciar tu esencia.
¡No hay, más allá!

Y lo saben hasta las bestias
que temen a rabia
el que tu lo sepas
y te detengas cuando ellos
vendieron su aroma
por terciopelos.
En ti queda
llegar a Hombre
o llegar a viejo…

Y ya Hombre o Mujer,
no interesa…
No busques más allá
de la mirada aquella
que te empaña el alma
cada vez que asoma
para acariciar tu esencia.
¡Que más allá, no queda!