Así como con el plástico ocurrirá con la robótica, cuando ya sea irreversible entenderán que ha sido un error… no se trataba de hacer más cosas sino de ser más haciendo cosas.

No nos damos cuenta, pero desde el génesis somos un acto azaroso, una eventualidad. A partir de allí combinaciones cromosómicas y genéticas comienzan a sucederse hasta conformarse en el envoltorio de la más larga cadena informativa hasta el momento. Este inmenso contenedor informativo, infinito en cuando evolución por medio de la trasmisión reproductiva, encuentra otra forma de trasmisión por medio de la palabra, la música y el arte, y así logra combinaciones informativas más allá de la cadena genética (distintas personas reciben información más allá de su relación genética). La resultante es casi una explosión informativa tal que se hace ingobernable, se combina y acciona por sí misma. Aparece así la información digital, cibernética producto de esa combinación de información fuera de la evolución biológica… distorsiona la relación “cuerpo/alma” y el caos recién comienza…