miércoles, 9 de diciembre de 2015

Hoy

Sinceramente, creo que nos están contaminando con palabrerío abrumador. Cada vez se habla más rápido y cada vez se dice menos. Se miente tanto que escuchar se ha vuelto nocivo. Ya no hay siquiera un mínimo respeto, ni pudor. Es tan claro ya que solo lograr rentabilidad económica es respetable en ésta sociedad que la cultura en cualquier momento cotizará en bolsa. A la gente les prometen el paraíso por un voto, por poder llenarse los bolsillos…la gente vota…no ocurre nada…vuelven a mentir…la gente vuelve a votar…no ocurre nada…ni en la gente ocurre algo y la gente se cree libre. Se creen dueños de su pensamiento. Que triste fin para una raza que pareciera inteligente.

martes, 8 de diciembre de 2015

Con cuál, con qué...

Con qué palabra
empezar a amarte,
con qué luz iluminarte,
con cuál aliento acariciarte.
Con qué idea,
con cuál sueño,
con cuál color…
Con qué o cuál,
que no haya sido ya
violencia de matar.
Con qué palabra
empezar a amarte,
si en la antesala del deseo,
supera el hambre
a la masacre,
opciones de hoy,
opciones de aire.
En qué lugar
podría besarte,
sin que ardas
de muerte y barbarie.
Con qué palabra
podría hoy
comenzar a amarte,
sin pensar
que cada silaba
pueda matarte…
Tu que vuelas
más allá del aire,
con cuál palabra
podré ya,
alguna vez,
volver a amarte…
Qué de mi
sin la palabra aquella.
Qué de ti
sin mi amor en tu huella.
Con qué palabra
la repinto a ella…dime tú,
hoy que el dolor me ciega,
cuál es la palabra aquella
con la que debo empezar a amarte,
con qué luz iluminarte,
con cuál aliento acariciarte…

domingo, 6 de diciembre de 2015

Hay cosas...

Hay cosas que me parece, se dan como imposibles ya que no concebimos los cambios de contexto.
Después de la bomba atómica, el resultado no era precisamente lo esperado por los defensores de la justicia social. No era muy positivo ver tantas muertes, deformaciones y mutilaciones que perduraban a través de los años… no daba buena imagen pública. Así que los imperios de siempre buscaron la forma de crear una bomba que no destruyera las ciudades pero si a las personas que estuvieran en contra de sus intereses. Rápidamente cayeron en el hecho que matar a tanta gente de manera pública y evidente sería contraria a su campaña de marketing y perderían apoyo popular para las elecciones. En un primer momento todos los grandes científicos desistieron por considerar imposible el poder crear una bomba que destruyera la capacidad de establecer juicios críticos, sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que alguien quitó las cosas de contexto y dio con la solución. El concepto bomba era el error. Así se creó la información condicionada y quedó solucionado el problema. Ya no hay necesidad de bomba atómica, por ejemplo, basta con hacer las rebajas de navidad coincidentes con los genocidios y no hay disidentes.