sábado, 24 de agosto de 2013

Hoy pareciera que un nuevo Mundo se levanta…absorto.
Se despierta, se conciencia, reacciona, comienza a entender…llega tarde…ha muerto…muere; debía morir.
Los incendios dan lugar a la renovación y los volcanes nuevas tierras.
Escuché decir a un jefe auténtico de América del Norte, que la Tierra tiene todo el tiempo del Universo para reconstituirse, que es el Hombre el que no goza de tiempo. No podemos medir el tiempo cósmico con nuestro corto aliento. No podemos pretender que todo sea tan pobre.
Mañana no estaré y ésta frase tan sólo depende de la fecha en que date éstas líneas. Tan relativo es todo como eso y así, el porqué o cómo vivir.
No llevo mucho por aquí, un medio siglo que de intento de conciencia podrían ser unas pocas décadas. Sin embargo lo creo suficiente… supongo que cuando las orillas se repiten es que se ha recorrido todo el lago. Llega el momento de tocar tierra, elegir costa u arena y dedicarse a esperar en “quieto” el pasaje del fin de cuento.
Derrotista acción para aquellos que aún siguen encontrando orillas nuevas…o tienen mala memoria.
Así como el ejemplar ciudadano Tipo, entiendo que llega el momento en que intenta abordar su yate de millones, lleno de champagna y caviar, para recorrer el Mundo, porque sabe que de aquí e más es sólo casualidad…a mi me da por escribir mi última historia.
Por más que entiendo que está entre las miles de líneas que andan en hojas y cuadernos, espacios cibernéticos y servilletas de bar desperdigadas por doquier, en resguardo de amigos u hogueras de enemigos…tengo la necesidad de cerrar éste pasaje.
Un día escribí: “Llego cansado al lugar aquel…” Y fue cierto. Llego cansado.
Tal vez sea un escritor o un artista y no me haya percatado de ello. Lo hablamos con el Yorugua Anexo aquel día… y concordamos…quedará allí, entre los dos.
No fue un cruce casual, aquel irlandés sabía qué de mi quería…me esperaba, supo que aparecería…sabía leer mis letras porque ya las conocía…de alguna manera o forma.
Hoy pareciera que un nuevo Mundo se levanta…absorto.
Se despierta, se conciencia, reacciona, comienza a entender…llega tarde…ha muerto…muere; debía morir porque simplemente, estaba vivo.
Si nacer es un resultado químico casual configurado por circunstancias varias, vivir ha de ser el transcurrir entre un cumulo de casualidades que conforman el caosmos. El cómo vivir es seguramente lo único que nos compete decidir, por lo que podríamos ser responsables. Todo lo demás pudo haber sido de millones de diferentes maneras. Esa casualidad no condice con una obligación contractual o moral más a cumplir. Me resulta más coherente decidir cuando morir , que la posibilidad de haber muerto en el accidente de moto que tuve hace casi 2 años, por mas que sea mas acorde al caosmos. Cuando pienso en el libre albedrío inevitablemente veo a las religiones del otro lado del mostrador. Ya la casuística es mucha como para dejar todo en manos de un supremo...desconocido