jueves, 12 de diciembre de 2013

Hubiera deseado...

Hubiera deseado…
tener la piel del rinoceronte,
o vivir en el ninguneo del oso Panda.
Sentirme alguien,
al colgar una marca del bolsillo de mi camisa,
o importante, 
por que me envidiaran por el valor de mis posesiones.
Haber podido amar con desmesura al dinero
y hacer del poder que éste me otorgase, mi única honra.
Sentirme válido en forma proporcional
al monto del saldo de mi cuenta bancaria.
Viajar tan solo cuando traslado mi cuerpo
y sentir que la limosna es el perdón del alma…
sin saber siquiera que es el alma.

Hubiera deseado…
no preguntarme jamás y repetir a las emisoras de turno.
Sentirme útil porque me pagan un salario
y válido, por que compro lo que quiero.
Validar mi tiempo conociendo las ultimas tendencias del mercado 
e invalidar a las ultimas victimas de mi ignorancia consumista.
Confundir lo que tengo con lo que soy,
sumarme a las mayorías y ser predecible,
hablar de arte para simular poseer un sentido crítico.
Repetir lo que todos dicen para mostrarme culto,
coleccionar un universo de frases hechas y parecer intelectual.
Cualificar a las cosas por lo que cuestan,
valorar a la gente por lo que visten
y dar importancia solo a aquello que me produzca dinero.

Hubiera deseado…
confundir a la libertad con los guiones de Holywood,
al amor con las canciones románticas de turno
y a la independencia con la tarjeta de crédito.
Ser devoto cristiano,
justificarme en el fustigamiento del ser plebeyo
y ser así realmente bueno, tributariamente bueno para la real aportación.
Vivir hasta con honra, 
dentro del siete por ciento que vuelca sus sobras al resto,
el cual debiera agradecer que de comer se les diera.
Entender que ignorancia es no saber lo que yo se,
intolerancia es no ser como yo soy,
libertad es hacer lo que yo quiero que se haga
y amor es una sociedad anónima con fines de lucro.


Hubiera deseado…
emborracharme a gusto para poder soportar estar con lo demás,
drogarme a voluntad para ser moderno o vanguardista,
cubrirme de pintura y tela para que no se adivine mi ser.
Utilizar los rótulos familiares para justificar mi existencia,
buscar asemejarme a la imagen de turno y olvidarme.
Saber que muere un niño de hambre cada tres segundos
y preocuparme por no alcanzar la talla que imponen las marcas.
Solapar mi pobreza justificando salarios de hambre 
para así poder yo, exhibir marcas…falsas como mi riqueza.
Tener una carrera universitaria para acatar sin cuestionar,
una religión para pecar y ser perdonado... y confort post-mortem.
Pensar que tus ojos están para portar lentes 
y la pobreza es un estado natural que justifica la vida misma. 

Hubiera deseado…
ser como tantos que ni más ni menos,
ni peores ni mejores,
ni acertados ni errados, 
también existen…
Tan solo dejan de ser
y solo tienen,
sin jamás llegar a ser.
Así como yo, que simplemente he decidido
conjugar los verbos siempre comenzando por el ellos…
Hubiera deseado así no ser,
y haber tenido tanto para darte...
Ahora tan solo me queda,
poder amarte.