miércoles, 15 de enero de 2020

Permítanme

Permítanme hoy, morir en ayunas
como tantos millones mueren
como a tantos que asesina el alba
cada mañana, al traerlos a un nuevo día.

Permítanme vaciar la memoria,
ignorar lo básico de una civilización
que cruje entre sus hierros enmohecidos,
sus aceros obsoletos y su litio rojo sangre…
Como tantos sin acceso al vanguardismo,
que no cultura, tan solo información consumista,
se realizan como esclavos sonrientes
plenos por mendigar vida prestada.

Permítanme al menos no ser sensible,
sordo de alma y de corazón,
ignorante de sentimientos,
acaparador de elementos,
acumulador de marcas,
repetidor incansable de estupideces…

Permítanme no saber ni pensar,
no sentir ni imaginar,
no recibir ni intuir.
Ser común ciudadano
libre de venas abiertas,
de piel al descubierto,
de dolor ajeno,
de intolerancia ciudadana.

Hoy, día libre a la conciencia.
Tan solo tener y respirar,
tan solo acumular y temer,
no sentir los huesos que crujen
bajo los nuevos zapatos.
Permítanme ya sobre el final,
no tener que superar a diario
el menosprecio hacia mi arte,
el no validar y no tener.

Permítanme hoy, morir en ayunas
como tantos millones mueren
como a tantos que asesina el alba,
cada mañana, al traerlos a un nuevo día,
sin permiso ni consulta, sin opción ni tiempo…
con el egoísmo de todos,
la ignorancia de muchos
y el mustio olvido del tiempo…