No hay nada más bello
que el oleaje de tus pestañas
al compás de tu cabello.
Moldea mi aliento
la luz de tus pupilas
que recostadas al sur de mi haber
palpitan al son de mi cordura.
Qué brillo hay en tus matices
que adormece la angustia
y resabia a Sol, las frutas
que regocijan los canastos de mi amor.
No cantes detrás del viento
que hay corazones sedientos
de abrigo y flor.
No hay nada más bello
que el oleaje de tus pestañas
al compás de tu cabello
para escribir una canción…
viernes, 12 de junio de 2015
jueves, 11 de junio de 2015
De dónde...
De donde se desprende
ese aroma profano
que sumerge lo cotidiano
bajo el tapete de la angustia
cada vez, que te regresa el pasado…
Que despierta mis células
del letargo de tu añoranza,
cúpula reseca de mi paladar cansado,
agobiado de repetir tu nombre,
tres gotas heladas bajo el frío de tu ausencia.
¿De dónde y cómo apareces?
Sin una alondra que te anuncie
o una flor que te anticipe.
Con tan solo tu antojo caprichoso
recordándome cuanto no tengo.
¿Quién? Gota de agua.
¿Quién te puso ante el sediento,
para evaporarte luego
sin alcanzar siquiera
a humedecerme el aliento?
Que prisionero de tu espejismo
permanezco exiliado
en el recuerdo
en el pasado,
en el oasis de tu fugaz presencia.
Por que alguna vez exististe
y así yo a tu lado,
hoy viajo aferrado a éste cuerpo
que me arrastra en su obstinación
de pretender reencontrar tu aliento.
Sobre una realidad ingenua
vivo de un pasado incierto,
que se hace presente desconocido
ante los ojos de mi recuerdo.
¿Serás aquella aún o te habrá tallado el viento?
Cuánto olaje habrá dado forma a tus arenas,
cuántas podas habrá hecho el sufrimiento
a los jazmines de tu pelo, a la menta de tu alma.
Y aferrado a la esperanza y temeroso de lo incierto
me pregunto cada vez, que asoma la Luna detrás de tu pelo:
¿De dónde se desprende
ese aroma profano
que sumerge lo cotidiano
bajo el tapete de la angustia
cada vez, que te regresa el pasado?
GIROLA 2004
ese aroma profano
que sumerge lo cotidiano
bajo el tapete de la angustia
cada vez, que te regresa el pasado…
Que despierta mis células
del letargo de tu añoranza,
cúpula reseca de mi paladar cansado,
agobiado de repetir tu nombre,
tres gotas heladas bajo el frío de tu ausencia.
¿De dónde y cómo apareces?
Sin una alondra que te anuncie
o una flor que te anticipe.
Con tan solo tu antojo caprichoso
recordándome cuanto no tengo.
¿Quién? Gota de agua.
¿Quién te puso ante el sediento,
para evaporarte luego
sin alcanzar siquiera
a humedecerme el aliento?
Que prisionero de tu espejismo
permanezco exiliado
en el recuerdo
en el pasado,
en el oasis de tu fugaz presencia.
Por que alguna vez exististe
y así yo a tu lado,
hoy viajo aferrado a éste cuerpo
que me arrastra en su obstinación
de pretender reencontrar tu aliento.
Sobre una realidad ingenua
vivo de un pasado incierto,
que se hace presente desconocido
ante los ojos de mi recuerdo.
¿Serás aquella aún o te habrá tallado el viento?
Cuánto olaje habrá dado forma a tus arenas,
cuántas podas habrá hecho el sufrimiento
a los jazmines de tu pelo, a la menta de tu alma.
Y aferrado a la esperanza y temeroso de lo incierto
me pregunto cada vez, que asoma la Luna detrás de tu pelo:
¿De dónde se desprende
ese aroma profano
que sumerge lo cotidiano
bajo el tapete de la angustia
cada vez, que te regresa el pasado?
GIROLA 2004
miércoles, 10 de junio de 2015
Sucede
Sucede… simplemente acontece.
La noche es el atajo
que toma el deseo
apartándose de la realidad
que pintará la claridad del alba.
No estás…
Eso mostrará la luz
asesinando a las sombras
donde te escondo
para no saberte lejos.
Cuando más te necesito…
No hay quien beba conmigo
o acaricie mis palabras.
Detrás de cada coma te espero
recostado sobre alguna metáfora.
Y todo esto…
Sucede…
simplemente acontece…
No estás
cuando más te necesito...
La noche es el atajo
que toma el deseo
apartándose de la realidad
que pintará la claridad del alba.
No estás…
Eso mostrará la luz
asesinando a las sombras
donde te escondo
para no saberte lejos.
Cuando más te necesito…
No hay quien beba conmigo
o acaricie mis palabras.
Detrás de cada coma te espero
recostado sobre alguna metáfora.
Y todo esto…
Sucede…
simplemente acontece…
No estás
cuando más te necesito...
lunes, 8 de junio de 2015
Fisica y filosofía
Física y Filosofía.
Si el movimiento es la resultante de una fuerza aplicada a un objeto que se representa con un vector de empuje que indica la dirección que adopta el elemento según la fuerza aplicada; en donde A es el punto desde donde se inicia el movimiento y la distancia al punto B será la resultante de la fuerza aplicada con las correspondientes incidencias de la masa, la gravedad, el volumen, el rozamiento, el tiempo... Se puede decir que no puedes saber adónde vas sin primero saber dónde estás (A) y sin conocerte lo suficiente para saber tu fuerza, capacidad de reacción, conocimiento, etc. que te permitan reconocer la dirección del vector de tu movimiento y determinar la distancia que recorrerás para llegar a (B).
Si solo conoces adonde quieres ir no llegarás jamás a ninguna parte.
Si el movimiento es la resultante de una fuerza aplicada a un objeto que se representa con un vector de empuje que indica la dirección que adopta el elemento según la fuerza aplicada; en donde A es el punto desde donde se inicia el movimiento y la distancia al punto B será la resultante de la fuerza aplicada con las correspondientes incidencias de la masa, la gravedad, el volumen, el rozamiento, el tiempo... Se puede decir que no puedes saber adónde vas sin primero saber dónde estás (A) y sin conocerte lo suficiente para saber tu fuerza, capacidad de reacción, conocimiento, etc. que te permitan reconocer la dirección del vector de tu movimiento y determinar la distancia que recorrerás para llegar a (B).
Si solo conoces adonde quieres ir no llegarás jamás a ninguna parte.
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