lunes, 14 de octubre de 2019

Sobrevivirán

Sobrevivirán las culturas que sepan defender sus razones sin violentar o agredir, porque todo es reflejo, hasta la sola intención; basta con mirar a EEUU con su política exterior y sus resultados internos en violencia, matanzas a sangre fría por racismo, intolerancia o totalitarismos irracionales. 

Sobrevivirán los pueblos que respeten su memoria, porque es allí donde nace la autenticidad de la propia cultura, el respeto por la descendencia que no es más que la prosperidad de la trascendencia. 

Sobrevivirán los pueblos que sepan utilizar las influencias externas en propio beneficio, como herramientas para establecer cordones de seguridad sanitaria a culturas foráneas diseñadas para esclavizar por medio del consumo y las adicciones; y que no permitan que se integren a su cultura original. 

Sobrevivirán los pueblos que mantengan al amor por delante de la posesión, a la tradición por delante de la tecnología impuesta de consumo masivo, al derecho común por delante del interés individual, al niño por delante del empresario y al planeta por delante de ellos mismos. 

Sobrevivirán los pueblos unidos por una sola razón, compartir y honrar la vida con todos los demás seres vivos de éste Planeta...El resto, ya enajenado, será carne de consumo para los sistemas extremistas todos, de direcciones todas, que solo buscan en acción virósica devastarles el alma por pura demencia de poder que tan solo ellos ven y valoran, como zombis infectados por ambición sin razón. No existe ser vivo que destruya el medio que habita para llenarse de artículos materiales, eso corresponde tan solo a los virus, destruyen todo hasta que ellos mismos son nada…

domingo, 13 de octubre de 2019

Hoy que llueve

Hoy que llueve
donde los vientos
son aroma de fantasía.
Donde se aferran
las raíces
de la razón
y se encadena a los fantasmas,
se planchan las arrugas…
alacena última
del patio de vecinos
donde conviven los recuerdos.
Que se humedeció
el seco polvo de la cordura,
cayó la máscara de Pulcinella,
me hastía la opera
y grita Marcel Marceau
mientras Blanca Nieves
deja salir de debajo de su falda
a los siete enanos.
Hoy que tanto llueve
saldré a secarme al agua
y amaré tanto lo tan poco
que volverá a mí la ilusión,
de alguna extraña manera,
de creerme dueño
de mí destino…