Transcurrirán las horas
confeccionando días
así como las órbitas, estaciones,
abultando cronologías…
Y no seguiré aquí
y tal vez en ninguna parte,
estando en donde más tiempo estaré
y seguramente haya estado.
Regresaré a la forma
en la que he permanecido
más tiempos.., la de ausente,
al menos para esta dimensión.
Mi pasar..,
un instante en la esfera de su tiempo;
mi estancia casual.., no recuerdo
haber comprado este boleto.
Mi partida..,
bastante causal,
como lo ha sido el devenir
del constante andar.
No sabemos ni el tren,
ni el día ni la hora,
ni siquiera algo sobre el recorrido
o la duración o el asiento.
¿Cómo no vivir entonces,
devorando cada momento,
en una estación superpoblada
a la espera de un tren,
que nadie sabe cuando parte..?
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