Así caiga la noche cual telón
durante la escena más luminosa
o se abran los mares que a mis pies entibian
y así no me comprendan ni quienes lo intentan
o deje hasta la luz, de ser mi compañera;
será la poesía en mí
hasta que la muerte nos separe.
Así se desvanezcan todas las tintas
y los soportes se hagan agua
o la piedra se derrita
se exterminen las fibras
y ni ojos queden
para descifrar grafías.
Y así no haya ni con quién ni cuando
así el vacío reine los cuerpos
así no halle siquiera un pasto
en donde dejar caer mi cabeza
e imperen las espaldas
para mi frente que busca brisas…
será la poesía en mí
hasta que la muerte nos separe.
Y así y todo…
¿De qué muerte de cuál parca
que nos pueda separare?
Si hasta en la pérdida de las formas
de los fondos y las aprensornias,
en la secuarismada tersitónia
epíada y citrúña…
se hace la poesía a la magia
de mi andar y de sus hormas.
He sabido ya
que soy
llevo
comparto
y vivo,
y solo registro
espero
y
respiro…
Poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario