sábado, 15 de agosto de 2015

O



O
Obra que aquí comienzas
otra vez inmersa en las entrañas
obcecas de quién hoy las desentraña…
Oxidado alcanzo el vértice de estos días.
Oxigeno que tanto das y tanto quitas,
oxigenador de vida en el adentro,
oxidante de carne en el afuera.
Ocultas tu doble intención como el confort
ornamentalmente bello en el afuera
oscuramente enmohecido en el adentro.
Otrora era al alma lo bello,
oraban los dioses sus intentos,
ostentábase el culto a las almas,
olían las flores a besos.
Osamenta que hoy deambulas,
osada máscara patética,
ornamentada tan solo en el afuera,
oprimido ser en los adentros…
ordena tu andar de zombi ceniciento
olvida los fetiches implantados dentro,
obsérvate por una vez a ti y solo a ti,
obsérvate y amate a ti y solo a ti,
obsérvate y reivindica tu libre albedrío,
orgulloso expón tu juicio crítico.
Oxidado alcanzo el vértice de estos días,
oxidado en el afuera,
oponiendo la claridad de mi adentro
otrora y hoy, lucha y poesía…

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