viernes, 6 de octubre de 2017

Niño

Entre la información universal que trae innata el niño, que no es ni más ni menos que todo el conocimiento acumulado de su historia genética, y su difusión o concientización presente, está la rejilla cernedora de la educación que plena de aditivos y químicos, contamina la verdad. No hay nada que enseñar, la sabiduría de los despertadores de cultura está en saber encender el interés del niño para que abra su corazón y busque dentro, sin miedo, con alegría y nos lea aquello que trae innato como legado de la humanidad predecesora. El resto es educación funcional, intelectualidad aplicable, practicas de un sistema social determinado... nada nuevo. 

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