Hay un submundo que delira desde los intramuros establecidos
ya desde los sapiens. Afuera, se trituran las demás existencias con maquinaria
pesada a modo de compost para alimento de los protegidos. Un ciclo perverso que
empapado de ignorancia en ambas partes, satisface a un sistema cimentado en la
mentira colectiva, la información condicionada, la posibilidad de lo imposible,
la droga de la competitividad…y las demás drogas. La escena de tener a un animal
enjaulado a nuestra voluntad, darle de comer una vez por día y seguir
devastando a sus congéneres fuera de la jaula y sentirse merecedor de una imagen de bondad y de aquello que llaman Humanidad (que
aún hoy no entiendo qué significa), se repite en los extramuros, con otros
Humanos, animales, insectos, árboles, plantas… Devastaciones, genocidios, contaminaciones,
expolios… todo para el bienestar del intramuros. Un espacio tan mentido,
hipócrita y pervertido, que llega a creerse exento de las consecuencias de sus
acciones dentro del TODO que supone este planeta que habita… no se puede uno
imaginar ignorancia más extrema. Hay un submundo que delira desde los
intramuros establecidos ya desde los sapiens…
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