jueves, 16 de abril de 2020

Ante toda catarsis

Ante toda catarsis, al final del camino nos encontramos siempre con lo mismo… El Yo.
Ahora bien, un yo como parte de un todo o un yo como unidad única.
Las tendencias filosóficas no son clarividencias o futurologías, son simples intentos de estructurar en una unidad inteligible las múltiples inquietudes existenciales que conforman las dudas de vida no evidentes de un ser humano inquieto, racional y sensitivo. Pero éstas, así como el sentido de obrar humano, son un presente inamovible. ¿Qué significa? Simplemente que la filosofía informa pero no conforma. Puede mostrar el ahora de lo que sucede pero no el cómo sucederá mañana… simplemente porque la filosofía es el resultado del andar existencial y éste responde más a la necesidad intuitiva y el devenir, que el pseudocontrol futurista del humano sobre sus estrategias existenciales.
El conocimiento filosófico es una estructura cognoscitiva que nos permite estructurar el ahora para cubrir esa necesidad de “entender” (por más que sea desde el equívoco probable) todo aquello que no comprendemos desde lo empíricamente obvio; esa necesidad del miedoso de sentirse “seguro” por medio de estructuras manejables ante el devenir o caosmos. Tomarlo como una estructura permanente que determinará mi ser en un futuro, es transformarlo en religión o credo. Deja de ser filosofía para pasar a ser dogma, doctrina, represión intelectual.
Por ello hay tan pocos filósofos y tantos muchos estúpidos.

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