Camino político

La política no es una meta, es un camino. La meta la fija la voluntad popular, la soberanía que compone el núcleo al que el político representa. Quién haga política con una meta sorda está solamente satisfaciendo sus propias ansias de poder. De hecho la mayoría de los políticos fijan metas que nunca alcanzan por que emprenden el camino en coche y con las ventanillas cerradas, no tienen un camino compartido. El camino de la política está marcado por la cartelera vial que el pueblo anuncia día a día y el político no es que busca una meta personal, se encuentra con la voluntad popular y es en ese momento en donde se ven los demócratas o los totalitaristas. Los que comprenden que están al servicio de su comunidad o los que simplemente buscan el poder ególatra y proteger los intereses que lo llevaron al poder.