martes, 15 de octubre de 2013



Solo al vientre que vida me dio
debo un perdón...
desde que rebalsa la noche hasta el alba.
Ya que durante el día,
se amalgama en sus nubes mi vigilia.
Por lo demás,
mis dos alas llevan mi intuición de amuleto,
mi mirada de escudo y de espada mi acento.
Mi vigilia es a ellos como el tic tac del tiempo,
que llevan como a mi sangre...hasta mi aliento.
No pido sombra por no deber tiempo,
y regalo horas por si el distraído
confunde haber pedido con estar dispuesto.
Camino,
no retorno por que no tiene sentido,
no voy lejos porque no me he ido,
y permanezco para los que he estado.
Soy como la nube,
presencia inaprensible
sombra,
niebla,
rayo.
Amo...
con la sinceridad del mar,
amo...sin buscar espejo que refleje,
amo.
Sin pretender otro retorno
que el mañana,
que hasta tal vez,
jamás aparezca...

No hay comentarios: