domingo, 1 de septiembre de 2013

La niña de las calas blancas

2005...sobre la avenida interbalnearia el semáforo en rojo daba el tiempo esperado para escucharla vender sus calas blancas, a Peso.

La niña de las calas blancas…

Dos almendrines mórbidos, ya opacos,
hechos al agua y la sal; sin el dulce brillo del azúcar.
De canela y caña, ya lonja recubre ese diminuto cofre,
donde castillos y unicornios deberían darle peso…

Y veinticuatro calas blancas con verde lanza
que buscan defenderla del olvido siniestro.

Bajo el rojo que se hace eterno y más sangre que nunca,
casi a merced del viento deambula entre ventanillas.
Un desfile perverso que su esencia transforma,
en juego de visitas, quien sabe, si para olvidar las formas…

Y veinticuatro calas blancas con verde lanza
que buscan defenderla del olvido siniestro.

Como anónima hojarasca, ya sin palabras, tan solo un gesto,
almacena indiferencias en donde debería colmársele de afectos.
Tan bella y tan mía, seduce a las bestias con pálpitos de alegría;
aún perfecta niña, todo juego, todo amor, todo vida…

Y veinticuatro calas blancas con verde lanza
que buscan defenderla del olvido siniestro,
se hacen cimitarra en mi alma
para ir degollando bestias..,
a Peso.., cada una.., por un peso.

Marzio Girola/05

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