jueves, 16 de julio de 2009

De fauces

Abrió fauces el cemento
aquella mañana que retaceó el alba...en sudores.
No había máscara ni tinta al viento
para adherir su pigmento
a la superficie inerte de su silueta.
El mar caía a pedazos sobre a quella mesa
sin dejar rastro de toda la belleza
que escondió alguna vez, bajo su agua.
No había que escuchar,
todo temblaba en la estación,
como de Atocha a la espera de la detonación
quedó años en el umbral de la fama...triste fama.
Fue un día de aquella manera,
que pigmentó en ésta otra,
que inicia en fauces éstas letras...

No hay comentarios: