sábado, 8 de junio de 2024

La historia despierta...

 La historia despierta, lánguidamente, susurrando, cuando al futuro lo comprime la evidencia. El olvido es moneda de cambio... simple moneda, los malos recuerdos se dejan en la casa de empeño, por las dudas, y se sale al rescate de sonrisas en un mar de incertidumbres. Los valores se devalúan, la vergüenza se avergüenza de sí misma y el pensamiento se libera empoderandose con la palabra que ingobernable, brota sin acequias que la canalicen...ya pocos desean escucharte. Los viajes son un anhelo y el finalizarlos una posibilidad... Ya no buscas amar sino amarte, porque sabes que es el primer paso, que no puedes amar a algo o alguien sin amarte a tí mismo...pero si has hecho los deberes, ya te conoces y amarte es difícil. Ya es más lo que me escribo que aquello que escribo, diría que vivo un libro eterno que grafio en mi universo interno y voy disfrutandolo en el presente más puro dejandolo en la biblioteca del olvido...me conforma el alma sin ocupar espacios polvorientos. Tal vez he amado tanto que ya ni me entero, como no recuerdo tener mi frente hasta verla en el espejo...


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