lunes, 9 de marzo de 2020

Hoy no...

Hoy no quiero que nada zozobre
el nivel básico del viento,
la maduración de la ciruela
o el canto del silencio.
Hoy ya no existo ni puedo
agonizar a campo abierto,
inundar de rosas al limonero
o decorar al frío cemento
para que el ambicioso
lo juzgue de cálido elemento.
Ya hoy no quiero
abalanzarme sin razón hacia el firmamento,
agonizar bostezos ante el movimiento,
insinuar razones por puro aburrimiento.
No quiero oír que todo se mueve
desde la voz de los quietos,
untar con valores el pan de los siesos,
ver zarpar al barco que timón no lleva,
ni navegar sin vela en aquel velero.
No llevo fuerzas ya
para dejar pasar el sufrimiento,
ni maquillaje para sonreír al imbécil
o soportar la sabiduría del repitecuentos.
Será la obsolescencia de la paciencia,
el hartazgo de la tolerancia,
el abuso de la estupidez existente
o tan solo el tiempo
que corroe al consentimiento…
Hoy no quiero que nada zozobre
el nivel básico del viento,
la maduración de la ciruela
o el canto del silencio.


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