Hay unas gentes que dicen que aquellos que despiertan a la mañana desganados, con falta de entusiasmo y con el humor ennegrecido, lo hacen porque no querían volver del otro sueño, es decir, no querían regresar. Dormir es como cambiar de dimensión, pasar por un agujero negro, donde se sigue con esto que llaman vida. El cuerpo descansa y el cerebro sale a gozar de su libertad. La pregunta es cuál será el lado cierto o real. Más allá de valoraciones, aquello que pareciera una falta de memoria no es más que distintas bases de datos en distintos discos duros, cada uno con su memoria, dos discos para un mismo ordenar y alguna vez, con un pendrive, se traslada información de un disco a otro.
Hay maneras de conectar los dos sueños, de hecho éstas gentes lo hacen.
Visto como el que mal despierta y desde la otra vida, ésta sería la pesadilla de todas las noches. Por lo que quien transita mal aquí se lo lleva para el otro sueño y viceversa. Porque la variedad de discos duros no cambia el que haya un solo ordenador. Tecnológicamente hablando, tenemos dos o más hardware (conjunto de componentes físicos de los que está hecho el equipo) tantos como sueños, pero tenemos un solo software, que es el conjunto de programas o aplicaciones, instrucciones y reglas informáticas que hacen posible el funcionamiento del equipo.
La psiquis no termina en el primer recuerdo ni en el último instante…
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