Dejar las sutilezas, hipocresías
e ignorancia de lado supone la pérdida de razón ante la estampida de escuchas y
la rotulación de irracional, depresivo, antisocial, resentido por aquellos que
miden el éxito por la rentabilidad económica… Pero bueno, entre tanta sociedad
desquiciada hay quienes encontramos en la locura un espacio de lógico
recogimiento, en la irracionalidad vemos creación individual, en la depresión
vemos tristeza ante la claridad critica y en lo antisocial el rechazo a la
masificación de la hipocresía.
En una sociedad que valora el
cuidado de sus hijos midiéndolo en función del gasto económico que les ocasiona
o bien, la posibilidad de su realización como individuo en base a las
posibilidades que su capacidad económica les confiere… hay a quienes no nos
queda más remedio que abrir las puertas de extramuros para no caer en la
pandemia de la hipocresía social.
Los padres de hoy han cambiado
amor por complacencia. Decir a todo que si y tenerles el todo a disposición, es
la fórmula de la paternidad responsable. Mientras los atiborran de cosas, esas
mismas cosas los condenan a no tener donde vivir en un futuro próximo y peor
aún, a no poder ejercer de padres como sus propios padres tanto ponderan. ¿Es
eso acaso amor? ¡Claro que no! Es simplemente confirmación del poder que pueden
pretender dentro de la pertenencia de su
espacio social. Es una auto-satisfacción que poco tiene que ver con su descendencia
(miren lo que le compro a mi hijo, miren lo que tengo y puedo) puesto que TODO
lo realizado justamente apunta al exterminio de la misma. Llenos de frases
hechas que tan solo resultan de sus propios miedos, carencias afectivas e
ignorancia colectiva (esas cosas que se terminan resumiendo en religión, credo,
club, etc.), crían niños atiborrándolos de cosas que les condenan al envenenamiento
de su medio ambiente. Lo hacen bajo la total conciencia de ello, en pleno
conocimiento del hecho y con la actitud propia de quien no dejará su comodidad
pese a quien pese. ¿Quiénes son los dementes desquiciados?
No hay comentarios:
Publicar un comentario