Yace le rocío

Yace el rocío atónito
otrora frescor hoy ácido…
que pareciera volcar al ocre,
intencionadamente al ocre,
lo que al verde perteneciera.
Del rocío aquel
que hasta lágrima de poetas fuera,
poco ya queda…
tan solo lagrima
y ni poetas siquiera.
Ya no es espejo
de la belleza su gota,
no refleja brillo…
forja estopa.
Aprieto tu corazón
y a cartón suena,
remando llego a los cielos
que hoy madrigueras,
han quedado tan solo
con los saqueos de Galilea.
Hace ya tanto frío
que el rocío quema,
desnudo en el río
alzo mi estrella
y cae de bruces la historia
que borrada pareciera.
Tanto puede ser luz
como ardor la hoguera,
he nacido cuando ya
pertenecer al olvido debiera.
¡No me sirvo, gracias!
Paso ya de ésta rueda
que ni la caña a tiro
logra lavar la salmuera
de las heridas humeantes
que trae mi madriguera…