Descubrí una lágrima sentada sobre la colina…
el evidente decretó locura y el invidente tontería,
otro contó una historia que yo no veía
y la noche susurro al pantano que algo se olía…
Las estrellas bajaron todas al ver tanta tontería,
las ilusiones pasaron como en el tren de la agonía…
y yo solo descubrí una lágrima sentada sobre al colina.
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