viernes, 4 de septiembre de 2015

A veces confundo el ocaso con el sueño

A veces confundo el ocaso con el sueño
y no se si duermo o muero
O tal vez el día haya acabado su siesta
y decida ir a caminar por otras esferas
que lo miren desde un alegre sonar.
No espero lluevan cristales
insisto en que simplemente
la luz me llame a la vida cada mañana
y la noche cobije mi estancia en éstas tierras últimas.
Ha de llegar el día supongo,
que así como el río al mar regresa
lo hagan las tintas sueltas
al olvido de las almas
y retorne a frasco todo aquello escrito.
sin que pareciera existiese hubiera habido…
que ni de formas padezca.
Si el tiempo existiera tendría la edad de seguir viviendo
y voy barriendo tintas en el recogedor de mi hoguera
dejando algunas caer en papel,
aquellas que puedan caber en conciencias.
Me llevo las palabras que transparentaran los ojos
que al leerlas, ensordecieran el intelecto.
Hay un pozo en la estancia aquella
y no hay luz.
Todos caminan ciegos y cayendo van…
de a uno cayendo van…
Yo nací con pala al hombro
y mi pozo termino
allí donde cae mi noche
se alza mi alba
y me adormece el agua
que alguna vez cantó a la Luna
y que hoy llanto,
se escurre por mi mirada…
A veces confundo el ocaso con el sueño
y no se si duermo o muero.

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