martes, 14 de octubre de 2014

Hay una mujer que me mira
y repite una misma frase
ante mi evidente asombro.
Es una mujer...
no podía ser de otra manera.
Absorbiendo la luz a las pupilas todas
y quitando protagonismo
a la vida misma; logra,
caminar sobre las aguas
del mar de la humana tristeza,
sin humedecerse siquiera.
Ya mis dos Pablos
me advirtieron de ella...
Una mujer que no mira,
ilumina...y no camina,
devora cada sendero de vida.
Mujer intuida pero no adivinada.
Mujer de guerra sin metralla,
con la ternura por cimitarra,
en tallo de algarrobo
la flor más preciada.
Propietaria de su destino
e inquilina de tiempos ajenos
a propia voluntad e inteligencia.
Una mujer firme sobre sus huellas
que regala al viento su aroma de libertad.
Hay una mujer que me mira
y repite una misma frase
ante mi evidente asombro...
¡Papá, soy yo!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Toda una mujer.....