lunes, 21 de abril de 2014

Mister Leerá Mister y Pueblo leerá Pueblo...

Mister leerá Mister y Pueblo leerá Pueblo…


¡Que vergüenza Mister, que vergüenza!
Una bala que mate a uno de tu pueblo...
una bomba química que asfixie a uno de tu pueblo…
un solo preso político que traicione la libertad de tu pueblo…
¡Con solo uno Mister, es suficiente!
para desenterrar las letras, que dieron luz al gran durmiente.


No hay excusas Mister y no hay olvidos,
entre muertos y desaparecidos,
supimos ya recibir palos y ser pegados por asesinos,
y hoy repiten con saqueos, amiguismos y flagelos.
¡Que vergüenza Mister, que vergüenza!
Que repita usted ahora, luego de apelar a la conciencia.


Gallo negro gallo negro, como el cielo del 69,
vuelven a desalambrar las sangres todas
con las que vimos teñir los prados verdes.
Mama Pancha mira con vergüenza, aquello que hoy tu eres…
Cargó el poeta con flores a nuestro fusil de poemas,
y tu olvidas la puntería que afinamos contra las bestias…


Mister; que no hay ismos ni cracias, ni doctrinas ni falacias,
no hay colores, ni botellas, ni drogas, ni carabelas.
Hay hastío y conciencia, hay moral y vivencia,
hay memoria y referencias, hay amor e independencia.
Hay escuela, la de Varela, y no la suya de las Américas.
Hay belleza, hay tradición, hay amor, hay Sudamérica.


Bestias todas Mister, todas bestias…
es tu olvido mi vergüenza y las letras tu sentencia…
No cuelgues tus banderas al mástil de los poetas,
payaso siniestro que nos usas cual muletas,
de un solo color la bandera que viste el poeta,
del color de su gente y no el de las nuevas bestias.


¡Que vergüenza hermano, que vergüenza!
Una bala que mate a uno solo de tu pueblo...
una bomba química que ahogue a uno solo de tu pueblo…
un solo preso político que traicione la libertad de tu pueblo…
Solo uno basta hermano, solo uno es suficiente,
para entender que a otro Mister, han disfrazado los de siempre.


Sobra un pueblo Mister y solo un pueblo,
para decir ¡basta ya! a la inhumana violencia.
Hay un pueblo hermano y solo un pueblo,
para detener a las nuevas bestias,
el pueblo de la paz y de la conciencia,
el pueblo de la tolerancia y no el de la guerra.


Recuerda siempre que fue el poeta, aquel con sus seis cuerdas,
el que inició aquella lucha de la revolución contra las bestias;
de cuando el político engordaba, sus cuentas en las madrigueras.
Recuerda que fue el poeta, sin torturas, golpes o miserias,
aquel que habló de flores y no de metrallas o balaceras;
que matando solo engordas, a los señores de la guerra…


¡Que vergüenza Mister, que vergüenza!
Una bala que mate a uno de tu pueblo...
una bomba química que asfixie a uno de tu pueblo…
un solo preso político que traicione la libertad de tu pueblo…
¡Con solo uno Mister, es suficiente!
para desenterrar las letras, que dieron luz al gran durmiente.





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