Decolorado ante el sol naciente
permanezco a sombra en un recuerdo
que mece melodías de antaño
junto a una cuna destellada.
Los adoquines devuelven ecos
de los viejos cascos equinos
que alguna vez y no por azar,
redoblaron en mi naciente
Tu suspiro duerme en alguna grieta
a un costado de éste amanecer
que augura de lo tan distinto
lo tan nuevo o invidente.
Ya no hay eco en las aceras
quedan las palabras asidas
a la nostalgia de haber podido
tal vez y tan solo por ello,
despertar algún encierro
de mentes adoquinadas.
Decolorado ante el son naciente
permanezco a sombra en un recuerdo
que mece melodías de antaño
en cuencos de abriles tuertos…
jueves, 14 de enero de 2016
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