viernes, 23 de diciembre de 2022

Navidad, natalidad...

 

Porque somos seres coherentes, con criterio y nobles de alma, el día del nacimiento de Jesús, honramos con nuestros actos sus palabras: “Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida que necesitan para vivir, ni tampoco por la ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa. Miren a las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros.”

Es acaso que...

 

¿Es acaso que perdiendo vista se gana un sentido,

el de la conciencia de todo lo sublime que se tiene?

Que aquello que hoy se ve distinto,

tampoco tiene igual sentido,

siendo aquello ya visto y antaño visto,

lo desde siempre visto...

y hoy

distinto por lo mal visto.

Así la conciencia de lo relativo,

de lo distinto visto, que es tan solo distinto

y no mal visto.

Porque soy el mismo ante lo visto hoy

y que anteriormente visto… se traduce distinto.

En el camino al fin que comienza en el principio

no se pierde nunca, se gana siempre...

Tan solo las permanencias

atentan contra la verdadera existencia…

y es aquí donde la palabra escrita,

se tambalea…