sábado, 1 de febrero de 2014
viernes, 31 de enero de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
Hubo un tiempo...
Hubo un tiempo, que la sangre,
olía a sangre…y lo recuerdo.
Un asesinato te hendía el pecho
y una matanza olía a repugnancia…
y lo recuerdo.
Hubo un tiempo que matar
daba asco e irrespeto,
y angustia daba la suma
de cadáveres por divertimento.
Hubo un tiempo
que apretar un gatillo era cosa
seria,
hoy es simple goce o un juego de
familia.
Ya no se pintan soldaditos de
plomo
o se hacen ejércitos con papel de
cocina.
Ahora se asesinan talibanes en
comandos adiestrados,
situados a la vez en varios
países,
con papá y mamá indagando a
cuantos hemos matado,
para saber si pasar al próximo
juego.
Hubo un tiempo en que la sangre
olía a sangre… no a gelatina de
fresa, a chicle
o simplemente a las galletas de
la abuela…
la abuela se acuerda de ello.
Hubo un tiempo que matar
daba asco e irrespeto…
hoy te dan puntos por matar por
ellos
y papá y mamá te ensalzan,
con un juego de matar nuevo…
No debe entender porqué lo
condenan,
cuando salen a matar en serio…
si es tan parecido al último de
los videojuegos,
que papá y mamá le regalaron
con la autorización del mismo
gobierno
que luego lo encierra por
enfermo.
Por ello que hacer poesía de
esto,
es una falta de criterio.
Hubo un tiempo que la sangre,
olía a sangre…y lo recuerdo,
por que al menos a mí,
a sangre aún,
me sigue oliendo…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)