martes, 19 de agosto de 2014

No llores tibieza...

No llores tibieza,
que el frío es al Hombre
como el negro a la brea
y el infierno se asienta
como su morada eterna.

Los llevo a todos
y de alguna manera,
cincelados en arrugas
que dibujan mis ojos
al recordar cada silueta.

Así cada beso tibio
que tejió sin palabras
las prosas nunca igualadas,
pintando a carmín las aguas
que embelesan mi alma.

Quisiera tibieza
no llores al alba,
que se desborda mi alma
cada vez que tu te quiebras…

¡Te imploro ya!
No llores tibieza
que de humedecer ocasos
llevo oxidada la sonrisa
que dejaron tantos abrazos.

No llores tibieza,
que el frío es al Hombre
como el negro a la brea
y el infierno se asienta
como su morada eterna.

Reconcilia ya
los extremos que te conforman,
que el mañana ansía
el equilibrio de tu forma,
tu abrazo tierno, tu regazo.

¡Te imploro ya!
¡Tibieza!
No llores al alba,
que se desborda mi alma
cada vez 
              que tu te quiebras…


domingo, 17 de agosto de 2014

Sangraba la sal...

Y yo aún sangraba
la sal de su sonrisa
que se adentraba
a carne viva
por el carril de mis recuerdos.

Hermané vidas con el dolor,
con la sola intención
de no perder su presencia,
en su habitad única
que conforma mi memoria.

Y así,
lo que para muchos es dolor,
en mi es fuente de alegría,
motivo de sonreír
desde la misma hoguera

Y es que,
mientras se ejecutaba la hipocresía…

yo aún sangraba
la sal de su sonrisa,
que se adentraba
a carne viva
por el carril de mis recuerdos.

El último andar...

Saldré un día
andando nuevamente,
dejando el cuerpo a un lado
y esta vez,
por siempre;
y ya no podrás matarme…


Si te supieras
como te se yo,
asesino perseverante,
adorador de la carne…
Tú saberme
y ya no poder matarme.

Saldré un día
andando nuevamente,
y esta vez,
dejando mi cuerpo en tu regazo
y tu sin poder matarme,
ya por siempre…