El niño miraba la nada que se
hacía aíre envolvente, cubriendo la distancia toda de su corta vida. La mano
abierta y una lágrima reseca desde su naciente, se evaporaba a dolor en la
incomprensión más absoluta. Solo un mechón de pelo colgado en lo alto de su
osamenta cambiaba de posición ante el paso de camiones multicolores que
cargados de alimentos y bebidas de todo tipo,
pasaban a su lado en un frenesí paranoico por llenar las alacenas de los
mercados. Es que la gente estará con hambre a las doce… la gente…estará con
hambre…Y deberá estar la comida esperándoles…a la gente, cuando salgan de sus
trabajos…la gente…que paga…con el dinero de la otra gente…
Los panfletos políticos marcaban
sus distancias valorativas con eslóganes fantásticos de “Todo por nuestra
gente”, “Estamos con la gente”, “Socialismo para toda la gente”, “Trabajo para
la gente”, “Empresarios y banqueros con la gente”, “Salud gratuita para toda la
gente” , “Enseñanza para toda la gente”…y así miles de frases célebres, a modo
de zanahorias para los asnos, que representaban todos los matices políticos y
que rodeaban la pared en donde él, apoyaba toda su incomprensión que
desvanecida ya por niña, por inocente aún, buscaba una razón que a modo de
juego le permitiera no comprender y poder seguir sin comprenderlo.
Su mano vacía y su estómago…no
más vacío que la gente que le rodeaba, no alcanzaban a transmitir lo que su
mirada contaba…nunca lo dijo, pero pedía tan solo, que lo miraran… Creyó en
algún momento que también era gente…alguien le había dicho… “se buena gente”, y
el le había creído. Sin dudas, había sido bueno…había sido niño.
Así escribo hoy
las letras mas solitarias
que en racimo poético
o patético,
termino o intento,
para que caigan
hasta el fondo de algún alma,
si aún hay alma.
Así hoy,
al irrespeto de las literatas
formas,
así como deambula al irrespeto de
ese niño,
la intelectualidad toda…
ciega toda…
ignorante toda…
A la pregunta de ¿Para qué?
¿Tú sabes para qué sabes?
Ignoran la respuesta a todos sus
cuestionamientos complejos…y sin saber siquiera, que es ese niño la respuesta. ¡Qué tontería la
mía! Si él, no está en la Wikipedia…
Así comenzaba el libro que no
habrá de comenzar y así termina el libro que no tiene fin…
Marzio Girola 2014
1 comentario:
Narración y poesía unidas en una gran expresión de un tema social que sacude a todos más allá del lugar en el que vivimos. Muy bueno Marzio siempre mostrando tu gran necesidad de vivir en un mundo más equitativo, sueño de los que miramos con los ojos del corazón.
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